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Otranto (Agencia Fides) – El 3 de marzo de 1991 desembarcó en el puerto de Otranto, el primer barco que llevaba a bordo muchas personas desesperadas que huían desde las costas albanesas. La comunidad local, en todos sus componentes sociales, respondió a la emergencia con un sentido espontánea y activo de solidaridad. Veinte años después Otranto quiere recordar aquellos acontecimientos con una iniciativa promovida por Cáritas, por el ayuntamiento de Otranto, por la asociación Agimi (que en albanés significa "amanecer") y por la Misericordia, que idealmente quiere volver al comienzo de la migración que trajo a las costas italianas a moles de hombres, mujeres y niños. La ciudad quiere recordarlos con una procesión de antorchas, que el 3 de marzo partirá de la Plaza de los Héroes hacia el puerto a las 16.30 horas, con la participación de las asociaciones locales, de las fuerzas armadas y de la policía, de las autoridades civiles y religiosas. Se ha previsto una parada en el interior del cementerio para rendir homenaje a las tumbas anónimas de los albaneses naufragados. El Arzobispo de Otranto, Mons. Donato Negro dirigirá un breve momento de reflexión y de oración. La procesión de antorchas terminará en el centro de acogida "Don Tonino Bello", donde se celebrará una mesa redonda con las autoridades institucionales italianas y albanesas.
De la tragedia de cientos de miles de inmigrantes desesperados que perseguían el “sueño llamado Italia" nació, entre otras, una iniciativa liderada por Monseñor. Giuseppe Colavero, entonces director de Caritas en Otranto, un seguidor del apóstol de la paz y de los leprosos Raoul Follereau: la fundación en el sur de Albania de dos centros para más de veinte pequeños estudiantes ciegos, a algunos de los cuales también se ofrece alojamiento. El proyecto utiliza trabajadores albaneses formados en Italia gracias a la colaboración de la Unión de Ciegos y del Movimiento Apostólico de Ciegos. La característica principal de los dos centros dedicados a la alfabetización en braille es el pluralismo confesional, ya que en el sur del país, la mayoría de la población es musulmana y ortodoxa. (SL) (Agencia Fides 3/03/2011)
