AMERICA/MÉXICO - Jornada mundial del migrante: Acoger a los refugiados y darles hospitalidad, es un gesto de solidaridad humana

miércoles, 12 enero 2011

Durango (Agencia Fides) – El domingo 16 de Enero, la Iglesia celebra el “Jornada mundial del migrante y del refugiado” mientras que la Organización de las Naciones Unidas lo celebra el 18 de diciembre. En México el tema posee una gran actualidad, ya que en los últimos meses se ha agudizado la crisis migratoria y se suceden noticias de deportaciones masivas, violencias y asesinatos que ocurren a lo largo de la frontera norte con Estados Unidos, pero también en la frontera sur, especialmente en el confín con Guatemala.
En la nota enviada a la Agencia Fides desde la Conferencia Episcopal de México, firmada por Mons. Enrique Sanchez Martinez, Obispo Auxiliar de Durango se afirma: “Casi todos tenemos parientes o amigos en los Estados Unidos. El sueño americano dista mucho de ser uno en la vida real; cada día es más precaria la calidad de vida de muchos migrantes que viven en Estados Unidos, sobre todo los indocumentados, con rezago en servicios de salud, educación y violación a sus derechos, denuncia la ‘organización Durango Unido’ en Chicago... La cacería contra los migrantes en Estados Unidos acentúa la caída de las remesas: el estado de Durango registró en el último corte de 2010 ingresos de divisas por esta vía por el orden de los 284.8 millones de dólares, 83.27 millones menos que en el año de 2007 cuando lograron su mayor auge, lo que representa una disminución del 16.73 por ciento, y 3.9 millones menos que en 2009, así lo reveló el Banco de México (Banxico)”.
En este tema la Iglesia católica ha manifestado constantemente una profunda preocupación ya sea por los que viven la experiencia de la migración (un fenómeno de grandes dimensiones, con problemas sociales, económicos, políticos, culturales y religiosos) que por los dramáticos desafíos que plantea a las comunidades nacionales y a la comunidad internacional. Además el Obispo recuerda que la Iglesia le reconoce a todo hombre, la posibilidad de salir del propio país y la posibilidad de entrar en otro, en busca de mejores condiciones de vida. Acoger a los refugiados y darles hospitalidad, es para todos, un gesto obligado de solidaridad humana, a fin de que no se sientan aislados a causa de la intolerancia y el desinterés. Si pedimos esto para nuestros familiares, amigos y paisanos en Estados Unidos – concluye la nota -, también debemos ofrecerlo a quienes entran a nuestro país por la frontera s. (CE) (Agencia Fides 12/01/2011)


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