AMERICA/MÉXICO - Los inmigrantes en México, un número indeterminado, son víctimas de violencia y secuestros

lunes, 3 enero 2011

Oaxaca (Agencia Fides) – Se han presentado en 2010, un total de 222 denuncias de secuestros de inmigrantes centroamericanos en México: lo ha referido el comisario del Instituto Nacional de Migración (INM), Salvador Beltrán del Río. En una declaración a la prensa en el estado sureño mexicano de Oaxaca, Beltrán del Río, ha explicado que el mayor número de casos se refiere a los estados del norte de Tamaulipas, San Luis Potosí y Nuevo León, y los estados sureños de Chiapas y Oaxaca. Estas denuncias son examinadas, ha dicho el funcionario, por la Oficina del Procurador General de la República (PGR, Fiscalia), mientras que el personal del INM "proporciona todos los servicios" para que las víctimas puedan contactar a sus embajadas o consulados para presentar sus reclamaciones o hacerlas a través de Internet
En cuanto a la denuncia del supuesto secuestro de 50 migrantes centroamericanos realizada por el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, coordinador del albergue "Hermanos en El Camino", el funcionario ha dicho que hasta el momento no hay ningún indicio sobre el caso, a pesar de que 12 testigos han presentado su testimonio del presunto secuestro ante un agente del Ministerio Público Federal. El supuesto secuestro tuvo lugar el 16 de diciembre en la aldea de Chahuites de Oaxaca, que confina con el estado de Chiapas.
El pasado 22 de diciembre se produjo otro secuestro de migrantes centroamericanos: los miembros de una banda de crimen organizado asesinaron a un inmigrante de El Salvador, tres de ellos lograron escapar y cinco están desaparecidos.
Las informaciones del INM contrastan con las presentadas la semana pasada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH, Defensor del Pueblo) según el cual en 2010 resultan 20.000 informes de secuestros de inmigrantes, ilegales o sin documentos.
Cada año entre 200.000 y 300.000 inmigrantes de Centroamérica tratan de cruzar México con la intención de llegar a Estados Unidos, pero en su camino son sorprendidos por bandas organizadas de criminales que les roban o los secuestran para pedir un rescate a sus familiares. Los grupos que mueven la droga también están involucrados en estas acciones delictivas, secuestrandolos para hacerles trabajar para ellos como asesinos o sicarios. Los esfuerzos de la comunidad mexicana son muchos, especialmente los de la Iglesia, que a través de la Conferencia Episcopal de México ha denunciado muchas veces el abuso y la difícil situación de los migrantes (véase Fides 17/11/2010). (CE) (Agencia Fides, 03/01/2011)


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