AMERICA/COLOMBIA - Más de un centenar de personas sepultadas vivas por un alud de tierra después de las fuertes lluvias

martes, 7 diciembre 2010

Bello (Agencia Fides) – Son 24 los cadáveres rescatados de entre los escombros y el barro que provocó un gran alud de tierra que sepultó un barrio de la localidad colombiana de Bello en la periferia de la ciudad de Medellin (noroeste de Colombia). El Gobierno ha declarado el estado de emergencia en la zona afectada y siguen desaparecidas un centenar de personas.
Las autoridades anunciaron que seguirán con la búsqueda mientras las condiciones climáticas lo permitan. Se trata de la peor tragedia que ha dejado esta temporada de lluvias en Colombia.
Los cuerpos de las 24 víctimas, entre las que hay 10 niños, han sido recuperados paulatinamente y se espera que se celebren los funerales en los próximos días.
La tragedia ha sido causada por un gran alud de tierra que ha sepultado unas cuarenta casas del barrio de La Gabriela. Según el último informe de la Dirección de Riesgos, dependiente del Ministerio del Interior y de Justicia, a causa de las lluvias han muerto por ahora en Colombia 194 personas, 248 están heridas y 143 desaparecidas. En total hay 1,6 millones de damnificados (unas 330.429 familias) de 28 departamentos (de los 32) afectados por la peor temporada de lluvias de las últimas décadas en Colombia. Por su parte, el Gobierno, ha informado de que las pérdidas globales por esta catástrofe natural podrían ascender a mil millones de dólares.
La tragedia humanitaria, que no tiene precedentes en Colombia, podría dejar unos dos millones de damnificados, que equivalen al 4,3 por ciento de la población, según cuanto ha dicho el Presidente Juan Manuel Santos.
El Arzobispo de Medellin, Mons. Ricardo Tobon Restrepo, ha hecho un llamamiento a la solidaridad a todos los colombianos y ha dicho en una entrevista a la agencia Aciprensa, que “estos acontecimientos en parte son inducidos porque los campesinos que allí vivían habían sido desplazados de sus tierras por la violencia y tenían que asentarse en el lugar que les quedaba, un lugar geológicamente inestable, un lugar donde no tuvieron las ayudas para un desarrollo urbanístico adecuado”. (CE) (Agencia Fides, 07/12/2010)


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