EUROPA/ITALIA - El legado del P. Andrea Gasparino: la primacía de la oración sobre todo para dar lo mejor a los más pobres

martes, 28 septiembre 2010

Cuneo (Agencia Fides) - En la noche entre el domingo 26 y el lunes 27 de septiembre ha muerto el padre Andrea Gasparino, de 87 años, fundador del Movimiento Contemplativo Misionero P. de Foucauld, que actualmente está presente en América, Asia, África y Europa. El primer núcleo del Movimiento nació el 7 de octubre de 1951, en Cuneo (Italia), cuando un joven sacerdote, el Padre Andrea Gasparino acogió a cinco chicos que se habían quedado sin hogar y sin familia después del final de la Segunda Guerra Mundial (1d940-1945). Los chicos fueron aumentando con el tiempo, dando lugar a lo que se llamó la Ciudad de los Muchachos. Un don Andrea se unieron un grupo de voluntarios y después las primeras hermanas consagradas. La importancia de la oración se convirtió en algo claro y central, especialmente ante las muchas situaciones de sufrimiento de los chicos: la adoración eucarística continuada comenzó el 11 de febrero de 1959. El deseo de servir a los últimos en los países más pobres se realizó en 1961, con la primera fundación en Brasil, seguida por la presencia misionera en otros países de Asia, África y Europa
En cada misión es fundamental la oración, especialmente a través de la Eucaristía y la adoración eucarística, y el compartir la vida de los pobres en sus chavolas. En la segunda mitad de los años 60, cuando conoce los escritos del Padre de Foucauld, la Comunidad siente una gran sintonía con ellos y por esta razón hoy lleva su nombre. Simultáneamente con el desarrollo de las misiones, la Comunidad central de Cuneo se desarrolla como un centro de espiritualidad, con la actividad de las escuelas de oración y las escuelas de la Palabra para los jóvenes y adultos. En 1990 la Santa Sede aprueba el “Movimiento Contemplativo Misionero P. de Foucauld”, hoy presente en África (Madagascar, Kenia, Etiopía), Asia (Bangladesh, Corea, Hong Kong), América (Brasil), Europa (Rusia, Albania), sirviendo a los pobres, tales como niños de la calle, enfermos de lepra y tuberculosis, presos, inmigrantes, personas que están solas o en dificultad, supervisando el funcionamiento de los comedores, escuelas públicas, laboratorios profesionales. (SL) (Agencia Fides 28/9/2010)


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