EUROPA/ITALIA - El cardenal Bagnasco recuerda “las poblaciones atormentadas porque se violan los derechos humanos fundamentales, en primer lugar el de la libertad religiosa” y expresa su cercanía a los misioneros

martes, 23 marzo 2010

Roma (Agencia Fides) - Entre las “situaciones dolorosas” que han afectado recientemente a muchas personas en diferentes partes del mundo, como el terremoto en Haití y Chile, se une también “el de las poblaciones atormentadas, porque se violan los derechos humanos fundamentales, el primero de todos la libertad religiosa”. El cardenal Angelo Bagnasco, Arzobispo de Génova y Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, en su discurso de apertura del Consejo Episcopal Permanente, pronunciado el 22 de marzo, ha subrayado que “en las últimas estaciones se han encrudecido los ataques contra los católicos”.
“No han cesado todavía, por ejemplo en la India, donde a pesar de toda la comunidad católica está creciendo gracias a la estima que posee, pero al mismo tiempo donde recientemente se ha llegado a manifestaciones blasfemas de la imagen de Jesús - continua el Cardenal Bagnasco - para humillar e incluso provocar a nuestros hermanos en la fe, ya tentados a través de la quema de iglesias y la persecución de sacerdotes y creyentes. Pero pensemos también en los graves enfrentamientos ocurridos en Nigeria y precedentemente en Malasia, Egipto y Argelia. En las últimas semanas, antes de las elecciones locales, había crecido de nuevo la tensión en Irak, y los cristianos se lanzaron a las calles para expresar resistencia ante los ataques realizados contra ellos. Debido a la persistencia de la discriminación, son una minoría aún más reducida, pero que no han visto cambiar el estado del componente religioso ciertamente no extraño a esa región, ya que allí las raíces del cristianismo son milenarias”.
El Presidente de la CEI ha advertido que “la bondad que contrasta generalmente la respuesta de la Iglesia Católica no se debe malentender: nadie tiene el derecho de instituirse dueño de los demás en nombre de Dios”. Luego ha expresado su cercanía “a estos hermanos nuestros en la fe”, siendo “solidarios con su sufrimiento, admirados por su perseverancia y su compromiso de garantizar que la política a nivel internacional asuma con creciente autoridad medidas urgentes y eficaces para asegurar a todos los hombres, en cualquier parte, el respeto sacrosanto de la libertad de credo y culto”.
El Cardenal Bagnasco, ha dedicado algunas palabras de solidaridad y aliento a los misioneros que viven en situaciones de tensión y conflicto, con estas palabras: “A los misioneros, religiosas, voluntarios laicos que, como ha sucedido también recientemente, frente a la discriminación y la violencia de cualquier tipo no se han separado de la tierra en la que trabajan, enviamos nuestra constante cercanía: están en el centro de nuestra oración. Es más queremos ser dignos de ellos, y por lo tanto, no cesaremos de preguntarnos sobre nuestro modo de vivir la fe, para que aumente en nosotros el testimonio y el anuncio del Evangelio como signo de una alegría más clara y de una convicción más valiente”.
Entre los otros temas mencionados por el Presidente de la CEI en su extenso discurso, figuran también la crisis económica internacional, con su gran impacto negativo y dramático en el mundo del trabajo y de las familias; la necesidad de “una fundamental estrategia para la integración de los inmigrantes en el territorio italiano”; la difícil situación de una serie de estructuras sociales y sanitarias de inspiración cristiana esparcidas por el territorio y de gran valor para los más pobres; el reclamo de “valores no negociables” indicados por Benedicto XVI, que surgen a la luz del Evangelio: “la dignidad de la persona humana, incompresible respecto a cualquier condicionamiento; la falta de disponibilidad de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural; la libertad religiosa y la libertad educativa y escolar; la familia fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer”. (SL) (Agencia Fides 23/03/2010)


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