EUROPA/ALEMANIA - El presidente de la Comisión episcopal para las misiones inaugura en Cabo Verde un centro escolástico subvencionado por la Infancia Misionera de Alemania

sábado, 13 febrero 2010

Aachen (Agencia Fides) – “Amor de Dios” – “Amor de Dios” es el nombre de un centro escolástico en la isla Santiago que forma parte del archipiélago de Cabo Verde. El centro, que acoge una escuela, diversos asilos y una casa para niños de la calle, fue inaugurado por el Presidente de la Comisión para las misiones de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), S. E. Mons. Ludwig Schick, Arzobispo de Bamberg. La Pontificia Obra de la Infancia Misionera alemana “Die Sternsinger” (Cantores de la Estrella) sostiene esta institución en la que muchos niños y jóvenes encuentran, además de un lugar de acogida, la posibilidad de instruirse y aprender una profesión.
El centro para niños de la calle acoge a niños y jóvenes entre los 8 y los 18 años que muchas veces cargan con traumas y necesitan de un acompañamiento psicológico antes de iniciar a frecuentar la escuela o de aprender una profesión. Protección e instrucción son particularmente importantes para los niños de este lugar, ya muchas veces estas condiciones no las encuentran en su propia familia. Ya que muchas veces las madres jóvenes son obligadas a trabajar dejando solos a los niños, se está construyendo una casa de acogida con capacidad para 180 niños en Praia. Está previsto también un consultorio para madres, donde podrán adquirir nociones fundamentales sobre nutrición e higiene.
Los niños del centro de Santiago quedaron maravillados cuando Mons. Schick les contó acerca de los niños alemanes de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera que todos los años, en el periodo entre Navidad y Epifanía, con vestidos de Reyes Magos, van de casa en casa recogiendo donaciones para otros niños alrededor del mundo.
“Las instituciones sostenidas por la Infancia Misionera en las islas de Cabo Verde realizan un trabajo extraordinario de desarrollo integral. Son una grande ayuda para la construcción de una sociedad en este país, ya que los niños y los jóvenes constituyen la esperanza para el futuro de cualquier sociedad”, destacó Mons. Schick, quien visitó cinco centros sostenidos por la Obra. La visita fue organizada en colaboración con la Fundación Juan Pablo II para Sahel, que desde hace más de 20 años ayuda a la población de dicho lugar. (MS) (Agencia Fides 13/02/2010; líneas 25 palabras 365)


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