ÁFRICA/MALAWI - La sequía, los parásito y la deuda externa acaban con el “milagro agrícola” de Malawi

Lilongwe (Agencia Fides)- “Durante casi tres años Malawi le dijo al mundo que había vencido al hambre. La carta vencedora de esta victoria era la distribución a gran escala de fertilizante. Adquirido en el mercado internacional a un precio elevado fue distribuido casi gratis a un millón de personas. No siempre se le dio a quines más lo necesitaban, pero el milagro se produjo” declara a la Agencia Fides p. Piergiorgio Gamba, misionero monfortiano que desde hace 30 años trabaja en Malawi.
“Es un milagro parcial, ya que si bien esta generosidad le ha permitido al Presidente Bingu wa Mutharika ganar las elecciones políticas, el país ha quedado en la miseria, sin moneda extranjera para poder fomentar la economía y dejándolo literalmente a pie, sin dinero para comprar petróleo y gasolina” añade el misionero. “Además, este año no ha bastando con el fertilizante. La falta de lluvias está destruyendo lo que se había sembrado en varias zonas del país. En algunos lugares se ha plantado ya varías veces grano, que es el alimento base de los 13 millones de habitantes, pero con pocas esperanzas. El calor del sol de este verano africano sin lluvia ha matado todo lo que había brotado”.
Según las cifras indicadas por el gobierno local, la sequía y las plagas han destruido 35 mil hectáreas de cultivos, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de más de 120 mil personas.
“Se espera la decisión del 10 de febrero del Fondo Monetario Internacional para poder obtener una ayuda trienal a favor de Malawi. Sin esta emisión de dinero en las cajas de la Reserve Bank of Malawi, y aún peor sin la ayuda de la Unión Europea y de la comunidad internacional, suspendida mientras se espera la respuesta de Fondo, Malawi sólo podría cubrir el 50% del presupuesto estatal del 2010, aprobado hace poco por el Parlamento. No es imaginable lo que podría suceder si esta ayuda no es vertida, año tras año, en la caja del Estado” concluye p. Gamba. (L.M.) (Agencia Fides 27/1/2010 – líneas: 24, palabras: 350)