VATICANO - El Papa a los Obispos Amigos del Movimiento de los Focolares y a los Obispos Amigos de la Comunidad de San Egidio: “la original fraternidad que existe entre vosotros y los Movimientos de los que sois amigos os impulsa a llevar juntos ‘unos los pesos de los otros’, sobre todo en lo que se refiere a la evangelización, el amor por los pobres y la causa de la paz”

viernes, 9 febrero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Vuestra cercanía a ambos Movimientos, al tiempo que destaca la vitalidad de estas nuevas agregaciones de fieles, manifiesta la comunión entre carismas que constituye un típico ‘signo de los tiempos’. Creo que estos encuentros de carismas de la unidad de la Iglesia en la diversidad de los dones son un signo muy alentador e importante”. Con estas palabras el Santo Padre Benedicto XVI se ha dirigido a los Obispos Amigos del Movimiento de los Focolares y a los Obispos Amigos de la Comunidad de San Egidio, recibidos en audiencia al final de la mañana del jueves 8 de febrero, con ocasión del Convenio promovido por el Movimiento de los Focolares sobre el tema “El Cristo crucificado y abandonado, luz en la noche cultural”, y del IX Convenio de los Obispos Amigos de la Comunidad de San Egidio que se ha detenido en el argumento “La globalización del amor”.
En convenios como estos los Obispos pueden experimentar “no solo la colegialidad, sino también una fraternidad episcopal que lleva el compartir de los ideales promovidos por los Movimientos, un estímulo a hacer más intensa la comunión de los corazones - afirmó el Santo Padre -, mientras más fuerte es el recíproco apoyo y más compartido el compromiso por mostrar la Iglesia como lugar de oración y de caridad, como casa de misericordia y de paz”. Juan Pablo II presentó a los Movimientos y a las Nuevas Comunidad “como un don providencial del Espíritu Santo para la Iglesia para responder en modo eficaz los desafíos de nuestro tiempo”, y Benedicto XVI agregó: “Y vosotros sabéis que esta es también mi convicción”.
La Vigilia de Pentecostés del año pasado vio reunidos en la Plaza de San Pedro a muchos Movimientos y Asociaciones eclesiales, y el Papa ha repetido a los Obispos cuanto dijo en aquella ocasión: “la multiformidad y la unidad de los carismas y ministerios son inseparables en la vida de la Iglesia. El Espíritu Santo quiere la multiformidad de los Movimientos al servicio del único Cuerpo que es la Iglesia. Y esto lo realiza a través del ministerio de aquellos que Él ha puesto a reinar la Iglesia de Dios: los Obispos en comunión con el Sucesor de Pedro”. Benedicto XVI ha puesto en evidencia la “fuerte dimensión misionera” de los dos Movimientos eclesiales, que “testimonian el gozo de la fe y la belleza de ser cristianos. Con gran apertura ecuménica en las vastas áreas deprimidas de la tierra ellos comunican el mensaje de la solidaridad y se hacen próximos a los pobres y débiles con aquel amor, humano y divino, que he querido poner en la atención de todos en la Encíclica Deus caritas est.”
El Movimiento de los Focolares, partiendo de Jesús crucificado y abandonado, “destaca el carisma y el servicio de la unidad, que se realiza en los varios ámbitos sociales y culturales como por ejemplo, el económico… mediante el camino del ecumenismo y del dialogo interreligioso. La Comunidad de San Egidio, poniendo al centro de la propia existencia la oración y la liturgia, quiere hacerse cercana a aquellos que experimentan situaciones desagradables y de marginación social”. “Juntos es posible afrontar con más fuerza los desafíos que nos interpelan en modo particular al inicio de este tercer milenio- prosiguió el Pontífice-: pienso en primer lugar en la búsqueda de la justicia y de la paz y la urgencia de construir un mundo más fraterno y solidario… me refiero especialmente a África, continente que llevo en el corazón y que espero pueda finalmente conocer un tiempo de estable paz y de verdadero desarrollo. El próximo Sínodo de los Obispos africanos será seguramente un momento propicio para mostrar el gran amor que Dios reserva a las amadas poblaciones africanas”. El Santo Padre ha concluido su discurso con estas palabras: “La original fraternidad que existe entre vosotros y los Movimientos de los que sois amigos os impulse a llevar juntos ‘unos los pesos de los otros’ (Gal 6,2), como aconseja el Apóstol, sobre todo en lo que se refiere a la evangelización, el amor por los pobres y la causa de la paz. El Señor haga siempre más proficuas vuestras iniciativas espiritual y apostólicas”. (S.L.) (Agencia Fides 9/2/2007)
El texto integral del discurso del Santo Padre, en italiano
http://www.evangelizatio.org/portale/adgentes/pontefici/pontefice.php?id=719


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