ASIA/CHINA - La desaparición del Obispo más anciano de la Iglesia en China, Mons. Giuseppe Meng Ziwen muerto a 103 años, de los cuales 20 los pasó en trabajos forzados: "Sin aquellos años de reclusión no sería hoy tan fuerte y con tan buena salud. Todo lo que he podido hacer ha sido un regalo de Dios."

sábado, 3 febrero 2007

Nanning (Agencia Fides) - El 7 de enero pasado murió Su Exc. Mons. Giuseppe Meng Ziwen, Arzobispo de Nanning, en la provincia de Guangxi (China Continental), situado a 2.767 kilómetros al suroeste de Pekín. El Prelado tenía 103 años, habiendo nacido el 16 de octubre de 1903, y era por tanto, el Obispo más anciano viviente de la Iglesia en China. Ordenado sacerdote en 1935, fue consagrado Obispo el 24 de marzo de 1984. permaneció siempre con la mente lúcida y se apagó por causas naturales, debidas a su venerable edad.
Con una carta, dirigida al Santo Padre en el 2003, el anciano Prelado ofreció una ficha informativa sobre su vida: nacido en una familia católica, estudió en el seminario de Nanning, antes de ir al extranjero para la filosofía y la teología. Completados los estudios, en 1935 volvió a China, dónde fue ordenado sacerdote y se dedicó a la evangelización. En 1951 fue detenido y condenado a 20 años de trabajos forzados: fue puesto en libertad en 1970. "Viviendo con los demás presos recordó Mons. Meng pude comprender sus sufrimientos y, cuando era posible, anunciarles la Palabra de Dios."
Después de la excarcelación, vivió vendiendo fertilizantes y, en cuanto pudo, se dedicó a la evangelización y al cuidado pastoral de los fieles. Después de las aberturas, signos de los primeros cambios de la política religiosa, se prodigó para conseguir del Gobierno la restitución de las propiedades de la Iglesia.
En una relación sobre el trabajo desarrollado en los últimos años, Mons. Meng apuntó, con satisfacción, que fueron formados una decena de sacerdotes, que un buen número de chicas abrazaron la vida consagrada, ahora son unas cuarenta las religiosas de las dos congregaciones diocesanas de la Sagrada Familia y la Regina de los Ángeles, y que fueron construidas diez iglesias. La comunidad católica de la archidiócesis de Nanning es más numerosa en los campos que en las ciudades y cuenta, hoy, con más de 90.000 fieles.
Mons. Meng siempre aceptó con profunda fe y con paz interior los acontecimientos de su vida, sin quejarse y siguiendo activo en su ministerio mientras se lo permitió la salud. Recordando, sin ninguna amargura ni resentimiento, sus 20 años de trabajos forzados, escribió: "No creo haber sido maltratado. Fui el médico de los presos. Sin aquellos años de reclusión no sería hoy tan fuerte y no tendría tan buena salud. Todo lo que he podido hacer ha sido un regalo de Dios". (S.L) (Agencia Fides 3/2/2007; Líneas: 33 Palabras: 464)


Compartir: