ASIA/IRAK - DEL FUSIL A LA CONTEMPLACIÓN: TESTIMONIO DE UN SOLDADO IRAQUÍ QUE SE HA HECHO MONJE CALDEO - EL SEÑOR ME DIJO: “ VEN Y SÍGUEME” ENCONTRARÁS EL VERDADERO SENTIDO DE LA VIDA”

lunes, 13 octubre 2003

Nínive (Agencia Fides) - La llamada de Dios trastorna los planes de los hombres y le conduce por senderos desconocidos. Como ocurrió con un soldado iraquí originario de Nínive, que pide al anonimato, que abandonando una vida dedicada a la guerra, ha abrazado la vida monástica entrando en un monasterio Caldeo. Cuenta: El Señor ha hecho grandes cosas en mi: ha sido mi consolador y mi refugio “ La Agencia Fides publica su testimonio personal

“Vengo de una familia cristiana. En 1984 era un soldado del ejercito iraquí. Combatí durante la guerra contra Irán, militando durante casi cuatro años en el ejercito. He combatido también contra los Curdos y entre las desventuras sufridas fui hecho prisionero: un grupo de guerrilleros Curdos me capturaron y estuve durante tres meses en la montaña sufriendo crueles torturas. Me liberaron porque mi familia pagó como rescate 10.000 dinar. La vida militar en el ejercito de Saddam me cansó y huí por lo que me convertí en un desertor. La policía me capturó y un tribunal militar me condenó a la cárcel por deserción.
En aquel periodo descubrí la oración como verdadero alimento espiritual. Viví esta crisis con tanto dolor y sufrimiento en el cuerpo y en el alma. Pero el Señor estaba siempre conmigo y no me dejó jamás porque quien tiene fe en Señor nunca debe tener miedo y encuentra la paz y la alegría a pesar de las situaciones de angustia. Dice el salmo “Fui joven, ahora soy viejo, nuca vi al justo abandonado, a su linaje mendigando el pan” (Sal 37,25).
Comencé a interrogarme sobre el verdadero sentido de la vida y sobre los verdaderos valores, preguntándome donde y cuando podría encontrar el camino adecuado de mi existencia en el mundo ¿Qué camino deberé seguir para llegar a la verdadera felicidad? A las preguntas sobre mi mismo se añadían otros interrogantes: ¿Por qué hay guerras, injusticias y odio en el mundo? ¿Por qué la humanidad no puede vivir en paz? En aquel momento de angustia oí una voz fuerte dentro de mi que me llamaba: “Ven y sígueme, encontraras el verdadero sentido de tu vida”. “Yo soy el Camino la Verdad y la Vida” (Jn 14,6).
En 1998 terminó la guerra y seguí un curso de estudios en la Universidad en mi ciudad Nínive. Continuaba frecuentando la Iglesia y pidiendo a Dios que confirmara mi vocación.
En 1991 comenzó la primera Guerra del Golfo y la situación de la mayoría de la gente empeoraba de día en día. Muchas familias emigraban de Irak .También yo hubiese querido unirme a la gente en diáspora.
En 1993 me inscribí a un curso de Teología y sentí en lo profundo de mi corazón que dulce y buena es la Palabra de Dios. La conciencia de la vocación se hizo más fuerte y entonces respondí a la llamada del Señor. Es el Señor quien llama y es El quien da el primer paso hacia el hombre.
Después de un intenso periodo de oración, en 1995, dejé mi familia y mi ciudad para seguir al Señor y entré en el convento de los Monjes Caldeos que se encuentran en Bagdad y ahora estoy perfeccionando mis estudios.
(BM) (Agencia Fides 13/10/2003 Líneas: 43 Palabras: 562)


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