VATICANO - “La Iglesia en África al servicio de la Reconciliación, de la Justicia y de la Paz”: presentados los Lineamenta de la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos

miércoles, 28 junio 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “A más de doce años de la celebración de la primera Asamblea del Sínodo de los Obispos para África, la Iglesia en África está emprendiendo su primer gran paso hacia la celebración de un segundo Sínodo para África”: con estas palabras ha comenzado su discurso el Cardenal Francis Arinze, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en su intervención en la presentación de los Lineamenta de la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, que tuvo lugar en la sala de prensa vaticana.
El Cardenal puso ante todo en evidencia que “existen muchas diferencias en la situación de la Iglesia en cada una de las cincuenta y tres naciones del continente africano. Por lo tanto, deberá evitarse cualquier generalización”. Hablando de señales alentadoras en la vida interna de la Iglesia, el Cardenal Arinze ha subrayado que “África es el continente con el porcentaje anual más alto de crecimiento del cristianismo en el mundo. Muchísimos africanos reciben el bautismo cada año. En algunas naciones africanas los seminarios y noviciados femeninos tienen más candidatos de los que pueden acoger razonablemente. Se crean nuevas parroquias y diócesis”. Se ve también un compromiso decido por el crecimiento y profundización de la fe con numerosas iniciativas, los laicos son activos, “los sacerdotes y los religiosos se afanan en su trabajo misionero dentro y fuera de África”.
Entre los problemas y desafíos en la sociedad africana, el Cardenal Arinze citó “la dolorosa situación de violencia e incluso de guerra en Somalia, la tragedia del Darfur y la aún no totalmente resuelta situación de la Costa de Marfil, de la República Democrática del Congo y en algunos casos, de la región de los Grandes Lagos… El desafío de la construcción de una nación, en la armonía y en pacífico desarrollo de los pueblos, desde una condición de numerosos grupos étnicos, agregados en un único país por parte de las potencias coloniales, permanece presente como, por ejemplo, en Nigeria. Además, pobreza, miseria y sobre todo Sida son problemáticas concretas que han hecho mella en amplios estratos de la población”. Sin embargo en los últimos doce años África ha registrado también “significativos pasos hacia delante hacia una mayor democratización de muchas naciones”.
Deteniéndose finalmente sobre el papel de la Iglesia católica, el Cardenal Arinze dijo que ésta “sabe que debe contribuir sobre todo con la predicación del Evangelio llamando a la conversión de los corazones, al respeto de los derechos de los pueblos, al reconocimiento de las culpas y la reconciliación, a la clemencia y a la armonía”. Las diócesis emprenden concretas iniciativas de solidaridad cristiana hacia los pobres y necesitados, muchas Conferencias Episcopales tienen Comisiones de Justicia y Paz, los Obispos, sobre todo reunidos en Conferencia, discuten sobre las cuestiones nacionales con valor y amor. Para los refugiados y prófugos la Iglesia es una de las pocas instituciones que se ocupa de ellos.
Su Ecx. Mons. Nikola Eterovic, Secretario General del Sínodo de los Obispos, ha comentado el texto de los Lineamenta. Acogiendo los consejos del Episcopado africano, el Santo Padre Benedicto XVI aprobó, para la Segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, el tema: “Vosotros sois sal de la tierra… Vosotros sois luz del mundo” (Mt 5,13-14).
Los Lineamenta tienen cinco capítulos, precedidos por un Prefacio y una Introducción. En el I Capítulo - “África en el alba del siglo XXI” - se describe brevemente la situación social, económica, política, cultural y religiosa del continente tras la Exhortación Apostólica postsinodal Ecclesia in Africa, individuando los aspectos positivos y negativos en el curso del último decenio. Se examina también el papel de las religiones y, en particular, la relación entre cristianismo e Islam, y el diálogo ecuménico con las iglesias y comunidades eclesiales no en plena comunión con la Iglesia Católica. En el Capítulo II titulado “Jesucristo, Palabra y Pan de Vida, nuestro Reconciliador, nuestra Justicia y nuestra Paz”, el Señor Jesucristo se presenta como el Salvador tambie´n del hombre africano, como la fuente de la Buena Noticia que ilumina la compleja realidad africana y que orienta la Iglesia por el camino de la Reconciliación, de la Paz y de la Justicia. El III Capítulo trata sobre el argumento “La Iglesia, Sacramento de Reconciliación, de Justicia y de Paz en África”. En su obra de evangelización, la Iglesia se convierte en signo e instrumento de Reconciliación, de la Justicia y de la Paz. En no pocos países solamente la Iglesia católica tiene la autoridad moral para desarrollar tal obra en beneficio de toda la sociedad.
El IV Capítulo se titula: “El testimonio de una Iglesia que refleja la luz de Cristo en el mundo”. El anuncio de salvación que libera al hombre en todas sus dimensiones corresponde a todos los miembros de la Iglesia Familia de Dios como también a las instituciones eclesiales. Para cambiar las situaciones sociales y políticas en varios países, es cada vez más urgente la educación del laicado católico. El V Capítulo tiene por tema: “Los recursos espirituales para la promoción de la reconciliación, de la justicia y de la paz en África”. Todos los miembros de la Iglesia están llamados a ser sal de la tierra y luz del mundo, comprometiéndose en la urgente obra de la nueva evangelización. Ellos deben anunciar el Evangelio con la palabra y con el ejemplo de su vida. La fuente de tal espiritualidad se encuentra en la vida litúrgica, especialmente en la celebración de la Santa Misa, en la adoración de la Eucaristía, en otras formas de oración de la Iglesia.
Al final de los Lineamenta se encuentra un cuestionario con treinta y dos preguntas para facilitar la reflexión y la discusión a nivel de comunidades, de parroquias, decanatos, diócesis, Conferencias Episcopales. Tras el tiempo que sea necesario para difundir el documento y traducirlo en algunas lenguas locales, las respuestas al Cuestionario deberán llegar a la Secretaría General del Sínodo antes del mes de noviembre del 2008. (SL) (Agencia Fides 28/6/2006 Líneas: 74 Palabras: 1053)


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