VATICANO - El Papa Benedicto XVI en el ángelus: "el auténtico culto del Sagrado Corazón conserva toda su validez y atrae especialmente a las almas sedientas de la misericordia de Dios, que encuentran en Él, la fuente inagotable de la pueden sacar el agua de la Vida"…

lunes, 26 junio 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Las "significativas solemnidades litúrgicas" que rodean el duodécimo domingo del tiempo Ordinario, 25 de junio, han sido recordadas por el Santo Padre Benedicto XVI en su discurso antes del rezo del ángelus con los fieles en la plaza de San Pedro. Ante todo el Papa se ha centrado en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, "que une felizmente la devoción popular a la profundidad teológica". Las raíces de la devoción al Sagrado Corazón "se hunden en el misterio de la Encarnación - ha dicho el Papa -, es precisamente a través del Corazón de Jesús como se ha manifestado de modo sublime el amor de Dios hacia la humanidad. Por ello, el auténtico culto del Sagrado Corazón conserva toda su validez y atrae especialmente a las almas sedientas de la misericordia de Dios, que encuentran en Él, la fuente inagotable, de la que pueden sacar el agua de la Vida, capaz de regar los desiertos del alma y hacer que vuelva a florecer la esperanza". Benedicto XVI también ha recordado que en esta solemnidad se celebra la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes, y ha invitado a todos "a pedir siempre para los sacerdotes, para que puedan ser válidos testigos del amor de Cristo".
El 24 de junio la Iglesia ha celebrado la Natividad de San Juan Bautista, "el único Santo de quien se conmemora el nacimiento, porque señaló el inicio del cumplimiento de las promesas divinas". Juan Baustista en efecto precedió al Mesías para preparar el pueblo de Israel a su llegada. "Su fiesta nos recuerda que nuestra vida está siempre y toda subordinada a Cristo y se realiza acogiéndole a Él, Palabra, Luz y Esposo, de quien nosotros somos voces, candiles y amigos" ha dicho al Papa. Por último, el 29 de junio la Iglesia venera a los Apóstoles Pedro y pablo: "Dejar que el "yo" de Cristo ocupe el lugar de nuestro "yo" fue de manera ejemplar el anhelo de los apóstoles Pedro y Pablo… Antes que ellos y antes que cualquier otro santo, quien vivió esta realidad fue María santísima, que conservó las palabras de su Hijo Jesús en su corazón. Ayer contemplamos ese Corazón suyo inmaculado, Corazón de Madre, que sigue velando con tierna solicitud sobre todos nosotros. Que su intercesión nos permita ser siempre fieles a la vocación cristiana”.
Después de la oración mariana, el Santo Padre se manifestó "profundamente apenado por el grave accidente ocurrido en la obra de la autopista Catania-Siracusa": ha manifestado el pésame a los familiares de la víctima, expresado su cercanía a los heridos y sus familaires y ha deseado que "una cada vez mayor atención a las condiciones de seguridad en el trabajo pueda evitar que se repitan acontecimientos dramáticos similares". Al término de los saludos en las diversas lenguas, el Papa ha dirigido un particular y cariñoso saludo "a los estudiantes que completan los exámenes" asegurándoles un recuerdo en la oración en estos días. (S.L) (Agencia Fides 26/6/2006 - Líneas: 35 Palabras: 543)


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