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Khartoum (Agencia Fides) - Realizar una profunda investigación sobre las condiciones de la población y de la Iglesia del sur de Sudán para elaborar después proyectos de solidaridad concreta. Esta era la finalidad de la delegación de la Union of Superiors General (USG/UISG) que recorrió diversos puntos del sur de Sudán y de los Montes Nubi en marzo, invitados por los Obispos locales. Al termino de esta misión ha sido presentado un amplio informa.
Además de la invitación formal de los Obispos, hay otros motivos que han empujado a los Superiores y Superioras Mayores a enviar la misión. En particular la firma en enero de 2005, del acuerdo de paz, que ha puesto fin a 21 años de guerra civil, entre el gobierno de Khartoum y el Ejército-Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán, ha significado un cambio para las poblaciones locales, que en el 2011 serán llamadas a pronunciarse mediante un referendum si permanecer en un Sudán unitario (con una forma de autonomía para las regiones meridionales) o bien acceder a la plena independencia. “Tras 21 años de guerra civil durante la que la Iglesia y la población civil han sufrido persecuciones, la Iglesia sigue siendo vulnerable” afirma el informe de la delegación de religiosos. “Los Obispos de la zona, conscientes de la importancia de este particular momento histórico, piden solidaridad y apoyo por parte de las instituciones religiosas internacionales”.
Los desafíos para la Iglesia local son esencialmente cinco: reconciliación, rehabilitación, reconstrucción, repatriación y educación. Pero es también el momento de aprovechar algunas oportunidades que se ofrecen a la comunidad cristiana. “Estamos ante un momento de transición y de transformación”, dice el documento. “La Iglesia tiene la oportunidad de transformarse de una Iglesia a la defensiva a una Iglesia evangelizadora con la pasión por Cristo y la pasión por la humanidad”.
Según los representantes de las congregaciones religiosas, la Iglesia debe comprometerse para ofrecer a la población civil la posibilidad de formarse una opinión sobre el referendum del 2011 para poderse presentar a las urnas haciendo una elección libre y consciente.
En lo que respecta al plano religiosos, en el documento se constata que “durante la guerra la fe se ha difundido rápidamente, sobre todo gracias a los catequistas. Ahora que ha llegado la paz, se advierte con fuerza la necesidad de alimentar esta fe que sigue siendo frágil”. Por este motivo es necesario reforzar la presencia del personal religioso en el país. “Los institutos religiosos pueden tener un importante papel a jugar para ayudar a desarrollar los sistemas educativos, sanitarios y sociales del nuevo Sudán” subraya el informe.
El Sur de Sudán continúa siendo una zona de gran pobreza y que necesita de la asistencia internacional. Los datos difundidos por las agencias internacionales son impresionantes: el 80% de los habitantes del Sur Sudán han sido obligados a abandonar sus poblaciones al menos una vez en los últimos 15 años; el 92% de la población vive en situaciones más o menos graves de pobreza; la tasa de alfabetización es inferior al 15% mientras que el analfabetismo femenino es del 88%; un niño de cada diez muere antes de cumplir cinco años.
Frente a esta situación, los Superiores y Superioras Mayores invitan a la esperanza: “La historia de la cristiandad en Sudán ha estado siempre marcada tanto por el sufrimiento como por la fidelidad. A pesar de las dificultades la población es optimista con respecto al futuro” (LM) (Agencia Fides 13/6/2006 Líneas: Palabras: )
