VATICANO - El Papa León a los nuevos obispos: vosotros sois los servidores de la fe del pueblo

jueves, 11 septiembre 2025 papa león xiv   obispos   servicio   iglesias locales  

VaticanMedia

por Gianni Valente

Roma (Agencia Fides) – «Tenemos 200 obispos, un solo Papa y poco tiempo, así que lo aprovecharemos al máximo». Con esta mezcla de urgencia y humor, el Papa León XIV ha trazado él mismo la agenda «improvisada» de su encuentro con los obispos de reciente nombramiento, que del 3 al 10 de septiembre han participado en Roma en los cursos de formación organizados por el Dicasterio para los Obispos y el Dicasterio para la Evangelización (Sección para la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares).
La mañana de este jueves 11 de septiembre, en la Sala del Sínodo del Palacio Apostólico, ha tenido lugar el esperado y a la vez sorprendente «acto final» de los cursos: el abrazo de los nuevos sucesores de los apóstoles con el Sucesor de Pedro, que ha querido dedicar toda la mañana al encuentro con ellos.

Tras entonar juntos el Veni Creator y escuchar el saludo que, en nombre de todos, ha dirigido el cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto del Dicasterio misionero, el Papa ha presentado en inglés el «programa» de la mañana: primero, el discurso preparado; luego, un tiempo para el diálogo abierto. «Me encantaría escuchar al mayor número posible de ustedes», ha señalado, «quizá para daros la oportunidad de hacer algunas preguntas y así conocernos un poco mejor...». Ha añadido, además, que hacia las 11 se haría una pausa o se concluiría la primera parte de la reunión, para después dedicar el resto de la mañana a los saludos personales, a una foto conjunta –«que podrán colgar en algún lugar de su casa episcopal»– y a un intercambio fraterno con cada obispo.

Según lo previsto, tras el discurso inicial y el intercambio de preguntas y respuestas, se ha producido la anunciada «pausa para el café». Luego, hasta el final de la mañana, cada participante ha podido conversar individualmente o en pequeños grupos con el Obispo de Roma, plantear cuestiones, compartir noticias y tomarse una fotografía junto a él. Ha sido un tiempo vivido con sencillez, que ha dejado traslucir la alegría del Papa al experimentar de manera concreta la comunión con los 192 nuevos obispos llegados de todos los continentes.

“Apóstoles del Señor, servidores de la fe”

El don de haber sido ordenados obispos -ha recordado el Papa León en el discurso que les ha dirigido en la primera parte del encuentro- «no es para vosotros mismos, sino para servir a la causa del Evangelio». Todos los pasajes del discurso papal han estado marcados por términos y expresiones pertenecientes al campo semántico del «servicio episcopal».

Porque todos los obispos han sido «elegidos y llamados para ser enviados, como apóstoles del Señor y como servidores de la fe». Y cada obispo «es servidor», «llamado a servir a la fe del pueblo».

El servicio -ha insistido el Papa Prevost- «no es una característica externa o una forma de ejercer el cargo». Porque a aquellos «a quienes Jesús ha llamado como discípulos y anunciadores del Evangelio, en particular a los Doce, se les ha exigido la libertad interior, la pobreza de espíritu y la disponibilidad al servicio que nace del amor, para encarnar la misma elección de Jesús, que se ha hecho pobre para enriquecernos».

El Obispo de Roma ha citado a san Agustín y el discurso en el que el santo obispo de Hipona recordaba que «en primer lugar, quien preside al pueblo debe comprender que es servidor de muchos», mientras que incluso entre los apóstoles se había insinuado «una cierta ansia de grandeza», ante la cual el mismo Jesús «ha tenido que intervenir como un médico para curarlos». El Papa ha recordado las palabras del mismo Jesús, «cuando ve al grupo de los doce discutiendo sobre quién era el más grande: “El que quiera ser grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será esclavo de todos”».

El Papa también ha pedido a los obispos que han recibido la ordenación recientemente que «velen siempre y caminen con humildad y oración, para ser servidores del pueblo al que el Señor os envía».
Ser «siervos de la fe del pueblo» es algo que hay que traducir «en el estilo del apostolado, en las diversas formas de cuidado y gobierno pastoral, en el anhelo de la proclamación, de maneras tan diversas y creativas según las situaciones concretas a las que os enfrentéis».

El Papa Prevost ha añadido que precisamente «la crisis de la fe y de su transmisión, junto con las dificultades que han afectado a la pertenencia y la práctica eclesial, nos han invitado a recuperar la pasión y el valor para un nuevo anuncio del Evangelio», mientras que «varias personas que parecen estar alejadas de la fe, a menudo han vuelto a llamar a las puertas de la Iglesia o se han abierto a una nueva búsqueda de espiritualidad, que a veces no ha encontrado lenguajes y formas adecuadas en las propuestas pastorales habituales».

El Papa también ha recordado a todos que tengan presentes «los otros desafíos, de carácter más cultural y social, que nos conciernen a todos y que, en especial, han afectado a algunos territorios: el drama de la guerra y la violencia, el sufrimiento de los pobres, la aspiración de muchos a un mundo más fraterno y solidario, los desafíos éticos que nos interpelan sobre el valor de la vida y la libertad».
(Agencia Fides 11/9/2025)


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