AMERICA/COLOMBIA - El Papa León XIV: Que Jesucristo sea anunciado con claridad e inmensa caridad entre los habitantes de la Amazonía

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Es esencial que Jesucristo, en quien se resume todo, sea anunciado con claridad e inmensa caridad entre los habitantes de la Amazonía”. Así se dirigió el Papa León XIV a los obispos participantes en la reunión de la Conferencia Eclesial de la Amazonía celebrada en Bogotá, Colombia, del 17 al 20 de agosto.

La Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) es el organismo eclesial regional establecido a petición de los obispos de los territorios amazónicos tras la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica (octubre de 2019) y erigido canónicamente por el Papa Francisco el 9 de octubre de 2021. La Conferencia está presidida por el cardenal jesuita peruano Pedro Ricardo Barreto Jimeno, arzobispo emérito de Huancayo. En un extenso telegrama firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Papa León agradece a los obispos “sus esfuerzos por promover el mayor bien de la Iglesia para los fieles de la amada región amazónica” y los insta “a buscar, sobre la base de la unidad y la colegialidad propias de un cuerpo episcopal, la forma de ayudar concreta y eficazmente a los obispos diocesanos y a los vicarios apostólicos en el cumplimiento de su misión”.

En el telegrama, el Sucesor de Pedro insta a los obispos de la Amazonía a tener presentes en su misión “tres dimensiones interconectadas en la acción pastoral de esta región: la misión de la Iglesia de anunciar el Evangelio a todos los hombres (recordada en el primer párrafo del Decreto Conciliar Ad Gentes), el trato equitativo a los pueblos que la habitan y el cuidado de nuestra casa común”.

El Pontífice, recordando la Carta de San Pablo a los Efesios, invita a que “Jesucristo, en quien se resume todo, sea anunciado con claridad e inmensa caridad entre los habitantes de la Amazonía de forma que nos comprometamos a darles el pan fresco y puro de la Buena Nueva y el alimento celestial de la Eucaristía, única manera de ser verdaderamente Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo”. Y “dondequiera que se predique el nombre de Cristo”, (continúa el Papa León, refiriéndose a la segunda de “las tres dimensiones interconectadas”, y recordando la Carta de San Pablo a Filemón) “la injusticia retrocede proporcionalmente”, ya que “cualquier explotación del hombre por el hombre desaparece si somos capaces de acogernos como hermanos”.

En el contexto “de esta doctrina perenne”, el Pontífice también sitúa “el derecho y el deber de cuidar la casa que Dios Padre nos ha confiado como administradores solícitos, de modo que nadie destruya irresponsablemente los bienes naturales que hablan de la bondad y belleza del Creador, ni tanto menos se someta a ellos como esclavo o adorador de la naturaleza, ya que las cosas nos han sido dadas para conseguir nuestro fin de alabar a Dios y obtener así la salvación de nuestras almas”, concluye el Papa haciendo mención del número 23 (Principio y Fundamento) de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.
(GV) (Agencia Fides 18/8/2025)

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