EUROPA/RUSIA - “Para no dejar a nadie atrás”: la escuela franciscana de Novosibirsk celebra 30 años de servicio educativo

sábado, 7 diciembre 2024 escuela   niños   franciscanos  

Novosibirsk (Agencia Fides) – Una educación personalizada, centrada en la atención y el amor a cada niño: este es el sello distintivo de la escuela católica franciscana “Navidad del Señor” de Novosibirsk, que en 2024 conmemora tres décadas de existencia. El padre Corrado Trabucchi, OFM, su director desde el inicio, define con claridad el objetivo que guía a la institución: “Transformar un corazón egoísta en un corazón compasivo”.

Fundada poco después del colapso de la Unión Soviética, en un momento en el que la Iglesia católica recuperaba su presencia en un entorno social y legislativo renovado, la escuela franciscana se ha convertido en un modelo de educación integral. Su propuesta formativa no se limita al ámbito académico, sino que busca el desarrollo completo de los alumnos, cultivando sus dimensiones intelectual, espiritual y relacional. La institución acoge a niños provenientes no sólo de familias cristianas –en su mayoría ortodoxas–, sino también de comunidades musulmanas.

Acreditada como un organismo no estatal por la Federación Rusa, la escuela ofrece un ciclo de educación primaria de cuatro años y un programa preescolar de cinco. Actualmente, 57 niños asisten a las clases, guiados por un equipo de cuatro docentes comprometidos. Además de las asignaturas oficiales del currículo ruso, los alumnos reciben formación en música, canto, una hora semanal de religión y un espacio diario de oración comunitaria.
El programa de religión permite a los niños explorar las Sagradas Escrituras, la iconografía cristiana, la vida de los santos –como San Sergio de Radonezh y San Nicolás, figuras profundamente veneradas en la tradición rusa–, así como los nombres de Dios presentes en el Corán.

En esta escuela es una prioridad no dejar atrás a ningún niño, especialmente a aquellos provenientes de familias desfavorecidas. Los profesores, en colaboración con las dos parroquias católicas de la ciudad, se esfuerzan para que estos alumnos tengan cubiertas todas sus necesidades y puedan afrontar con serenidad su etapa de enseñanza primaria.
“Nos preocupa que el desarrollo de la personalidad de los niños sea armonioso”, subraya el padre Corrado Trabucchi, OFM, director de la institución. “Para garantizar su bienestar y facilitar la concentración en sus estudios, ofrecemos tres pausas diarias para alimentarse –desayuno, almuerzo y merienda– y contamos con un gimnasio donde pueden hacer ejercicio, incluso durante los rigurosos inviernos siberianos, cuando no es posible realizar actividades al aire libre”.
Las actividades artísticas y los eventos festivos organizados en la escuela tienen, además, un alto valor pedagógico. Durante la preparación de obras teatrales, por ejemplo, los profesores ayudan a los niños a superar dificultades de dicción.

“Han pasado tres décadas desde aquel primer ciclo escolar en 1994”, comparte el padre Corrado con la Agencia Fides. “Hoy, muchos de nuestros antiguos alumnos tienen ya sus propias familias y desean enviar a sus hijos a nuestra escuela, recordando la experiencia positiva que vivieron aquí. A menudo nos visitan durante las vacaciones, convirtiéndose en una especie de embajadores de nuestro proyecto educativo”. El sacerdote añade con emoción que, entre los más de 300 exalumnos, ya se recuerda a los primeros fallecidos que “ocupan un lugar especial en nuestras oraciones”: Anna, que perdió la vida en un accidente automovilístico, y Nikita, quien murió en el frente.

La escuela franciscana ha cosechado un sólido reconocimiento en Novosibirsk y su modelo educativo es admirado por muchos. “Durante todos estos años, hemos contado con el apoyo generoso de numerosos benefactores, a quienes recordamos con gratitud. Estamos felices de haber sembrado una buena semilla y damos gracias al Señor y a todos nuestros amigos con la esperanza de poder seguir adelante”, concluye el padre Corrado.
Actualmente, tres frailes franciscanos menores (OFM) prestan servicio en Novosibirsk, donde forman parte de la Fundación San Francisco para Rusia, junto con sus hermanos de la comunidad franciscana en San Petersburgo.
(CD) (Agencia Fides 7/12/2024)


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