África en el 2005: Panorámica de los acontecimientos importantes

En este balance del año apenas transcurrido en África, queremos dar espacio a la esperanza, concientes de los graves problemas que aún afligen al continente. Lamentablemente también en el 2005, carestías, enfermedades como la malaria y el SIDA, guerras civiles que han generado millones de prófugos y refugiados, han plagado el continente africano. Entre los problemas se encuentran la carestía, provocada por la sequía y los enjambres de langostas, que golpeó y continúa a interesar países como Níger, Malawi y otras zonas de África meridional. Algunos países están viviendo situaciones políticas difíciles y complejas, como Togo luego de Eyadema y Costa de Marfil, cuya crisis se remonta a setiembre del 2002 sin que hayan perspectivas de soluciones decisivas. Lamentablemente tampoco el flagelo de la guerra se aleja del continente africano. Amplias zonas de Sudán, de la República Democrática del Congo, de Uganda y de Burundi se ven todavía desestabilizadas por los dramáticos conflictos en los cuales las víctimas principales son civiles, y en modo particular mujeres y niños. La tragedia de la guerra ha producido otros dramas como los millones de prófugos que, huyendo de guerras ya terminadas, están buscando retornar a sus pueblos y países de origen. Angola, Sudán del Sur, Burundi, Liberia, son algunos de los países que deben enfrentar el problema de la reubicación de millones de prófugos, desplazados, y refugiados internos. Otras tensiones nacen de conflictos sobre la distribución de los recursos, en particular de los recursos petrolíferos como ocurre en algunas zonas de Nigeria.

Pero junto a estos datos negativos, hay otros que dan cuenta de un África que trata, si bien con dificultad y esfuerzo, de salir de una situación que parece ineluctable e inmodificable, pero que en realidad puede ser mejorada. Algunos países han hecho progresos de relieve en el campo democrático. Se han organizado referéndum constitucionales (en Kenya y en la República Democrática del Congo), en Liberia, hasta hace algunos años víctima de una sanguinaria guerra civil, se ha votado por primera vez en manera verdaderamente libre y democrática, y tal vez no casualmente, los electores han escogido a una mujer como Jefe de Estado, la primera en África. Justamente la mujer africana, se encuentra muchas veces en primer plano en la obra de pacificación y en la educación a la democracia. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, diversas laicas y religiosas se han encontrado activamente comprometidas en actividades de educación cívica promovida por la Iglesia.

Al lado de esta realidad, sin embargo, las mujeres africanas son todavía discriminadas a nivel social, educativo y sanitario. Muchas mujeres africanas deben todavía sufrir la práctica de la mutilación sexual.

La Iglesia católica ha alentado y acompañado con la oración y las obras estos procesos de desarrollo y de cambio. Los Obispos frecuentemente han hecho sentir su voz para denunciar abusos y faltas, así como para dar voz a los más pobres o para ofrecer consuelo a las personas en dificultad. En el plano eclesial, la Iglesia ha celebrado los 10 años de la Exhortación Apostólica Postsinodal “Ecclesia in Africa”. Se trató no sólo de un evento de celebración sino también de una ocasión para que diversas Conferencias Episcopales verifiquen el camino desarrollado en este último decenio. Entre los eventos más significativos recordamos el encuentro organizado por algunas Conferencias Episcopales africanas por el aniversario mencionado, que se llevó a cabo en setiembre de este año, en Yaoundé, capital de Camerún. En la reunión a la cual participaron al menos veinte Obispos de diversos países africanos, sacerdotes y religiosos, se realizó un balance sobre siete puntos de la Exhortación Apostólica: reevangelización, sistema educativo, asunción del compromiso en la vida eclesial, sanidad, inculturación, justicia y paz, comunicaciones sociales.