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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Como Iglesia africana hemos recibido mucho de los misioneros. Ahora somos nosotros quienes debemos hacernos misioneros, de modo que otros reciban de nosotros el anuncio del Evangelio" afirman Su Exc. Mons. Godefroid Mukeng'a Kalond, Arzobispo de Katanga en la República Democrática del Congo y Su Exc. Mons. Antoine Ntalou, Arzobispo de Garoua en Camerún, en Roma en el Convenio Internacional sobre el 40º aniversario del Decreto Conciliar "Ad Gentes", promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y por la Pontificia Universidad Urbaniana. Los dos Arzobispos tomaron la palabra la tarde del viernes 10 de marzo, presentando los desafíos y perspectivas de la Misión en África.
"Todavía necesitamos la ayuda de los misioneros durante algunos años, después, gracias a Dios, el actual número de vocaciones nos permitirá caminar con el clero local" afirma Mons. Ntalou. "También en la República Democrática del Congo caminamos en orden a ser una Iglesia capaz no solo de trabajar con clero propio, sino también de abrirse a la dimensión misionera universal" añade Mons. Mukeng'a Kalond.
Los dos Arzobispos subrayan que se está sólo al inicio de este nuevo camino en la comunidad eclesial todavía joven, considerando que "el inmutable espíritu misionero que es justo de la Iglesia de Cristo asume formas nuevas según los tiempos. Ayer eran los misioneros europeos quienes evangelizaban África. Hoy, junto a ellos, trabajan misioneros locales y están los Fidei Donum africanos que trabajan en Europa. La evangelización en el Congo y en África Central comenzó con los institutos religiosos. En el futuro la misión en África será confiada a las Iglesias particulares que, al realizar su misión, deben superar las fronteras de los Países y buscar la solidaridad y el intercambio de personal y de recursos."
"Mi diócesis - afirma Mons. Mukeng'a Kalond - ha enviado diversos sacerdotes Fidei Donum a Francia, Bélgica e Italia. Yo mismo realicé una experiencia de este tipo en Sicilia. Se trata de formas de colaboración nueva entre Iglesias hermanas que dan frutos en ambas iglesias. Los sacerdotes adquieren conocimientos nuevos y se forman uniones fraternas que duran en el tiempo."
"Los Fidei Donum - añade Mons. Ntalou - nos ayudan a formar hermanamientos entre las diócesis, otra forma innovadora de acción misionera". "En África estamos promoviendo hermanamientos entre diócesis del mismo continente y también del mismo país" afirma Mons. Mukeng'a Kalond. "En la República Democrática del Congo, efectivamente, tenemos numerosas vocaciones pero están distribuidas de modo no uniforme por el territorio. Los hermanamientos entre diócesis permiten enviar sacerdotes allí donde son más necesarios”.
"En el contexto africano el papel de los laicos es insustituible" concuerdan los dos Arzobispos. “Cabe recordar que los primeros colaboradores africanos de los misioneros europeos fueron, a la fuerza, laicos. Actualmente los catequistas constituyen la espina dorsal de nuestras comunidades. Su papel es tan importante que muchos Obispos africanos han renunciado, de momento, a consagrar diáconos permanentes para centrarse en la formación de catequistas. Una formación que debería abrirse cada vez más a la dimensión misionera. Es un camino que hemos comenzado a recorrer hace poco tiempo, y queda todavía mucho por hacer pero tenemos la confianza de este es el futuro de la misión”.
"Querría también recordar - concluye Mons. Ntalou - el papel de las mujeres africanas, que tanto a nivel individual como a nivel asociativo, constituyen una maravillosa reserva de energías y disponibilidad para la animación e inculturación del Evangelio, dirigiendo grupos de oración, animando la catequesis y con la organización cultural y material de la comunidad cristiana". (L.M) (Agencia Fides 11/3/2006 Líneas: 49 Palabras: 640)
