AMÉRICA/HAITÍ - Permanecer al lado de la gente: la importancia de la Iglesia Misionera

jueves, 7 marzo 2024

Port au Prince (Agencia Fides) - El país está en una situación dramática, toda la región está aislada porque las bandas controlan ahora el acceso a la capital y las personas y las mercancías sólo pueden llegar por complicados puentes aéreos o corriendo el riesgo de perder vidas y bienes (véase Agencia Fides 5/3/2024).
"Esto significa que incluso las medicinas y los productos de primera necesidad, los alimentos que no proceden directamente de sus propios campos, no pueden llegar y los que llegan son cada vez más caros. Los enfermos no pueden recibir tratamiento o ni siquiera llegar a hospitales mejor equipados, en otras partes del país, no sólo en la capital, significa que hay escasez de leche para los niños, escasez de alimentos". Así lo afirma Maddalena Boschetti, misionera laica fidei donum de la diócesis de Génova y consagrada camiliana. En todo Haití, no sólo en la capital", continúa Maddalena, que se ocupa de niños discapacitados y enfermos y de sus familias en el noroeste de Haití, "la inseguridad y la violencia de las bandas asesinan. Matan no sólo en la violencia de las calles de Puerto Príncipe y las grandes ciudades, sino también en la privación de las necesidades vitales de quienes ya no tienen recursos y sobreviven en las zonas más pobres de la provincia. El hospital no tiene sitio, los medicamentos son pocos y esenciales, los cuidados paliativos no existen. Sólo hay dolor. No hay posibilidad de hacerse un examen histológico ni una mamografía; las radiografías son de muy mala calidad".
"Esta es una visión de la vida actual en Haití, uno de los frentes candentes de la Tercera Guerra Mundial en curso. Por eso es tan importante la presencia de la Iglesia y de la Iglesia Misionera, tanto en este país como en todos los países en guerra", concluye la misionera. “Debemos permanecer al lado de la gente, seguir dando testimonio con nuestras vidas al servicio de Dios y del Hombre de que el pueblo de Haití, un pueblo de mártires, no está solo. Seguir sirviendo y ayudando a los más necesitados para no dejarlos solos, para decirles que su vida tiene valor”.
(AP) (Agencia Fides 7/3/2024)


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