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Managua (Agencia Fides) - "Pueden profanar nuestros templos, destruir nuestras imágenes, pero nuestra fe permanece siempre en Jesucristo que creó el cielo y la tierra. Viva Jesús Sacramentado". Se trata de otro acto sacrílego denunciado hace unos días contra la capilla de Nuestra Señora de Fátima en Campuzano, en el municipio de Nindirí, departamento de Masaya. "Un grupo de desconocidos profanó el Santísimo Sacramento, sacaron las hostias consagradas del sagrario y las abandonaron en una propiedad cercana", ha declarado Jesús Silva, párroco de la parroquia de Santa Ana de Nindirí, a la que pertenece la capilla.
En el reciente informe de la abogada nicaragüense Martha Patricia Molina, 'Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?', se reportan 529 ataques contra la Iglesia católica desde 2018, cuando estallaron las protestas contra el régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Desde principios de 2023 ya se han registrado 90. En 2020 también fue profanada otra capilla en el mismo municipio, donde los delincuentes robaron dinero.
Cinco años de hostilidad, persecución, asedio, profanación, destrucción, robo, expulsión y confiscación perpetrados por la dictadura, además del encarcelamiento de líderes religiosos y laicos comprometidos con la Iglesia en Nicaragua es lo que denunció Molina. El informe señala que en 2018 la Iglesia católica en Nicaragua sufrió 84 atentados, 80 en 2019, 59 en 2020, 55 en 2021 y 161 en 2022, la cifra más alta registrada en los últimos cinco años.
(AP) (Agencia Fides 26/5/2023)
