AMÉRICA/CHILE - El peligro de acostumbrarnos a la violencia sin preguntarnos “¿qué tipo de sociedad estamos construyendo?”

Chillán (Agencia Fides) – “Todos queremos vivir en una patria más segura y fraterna, pero los invitaría a hacernos varias preguntas: ¿Por qué nace y crece el mundo del delito y del narcotráfico entre nosotros? ¿Por qué ha crecido la violencia en la sociedad? ¿Por qué nuestra convivencia en todos los niveles es más agresiva? ¿Por qué nuestros vínculos están más deteriorados? ¿Por qué traspasamos los límites con tanta facilidad?”. Estas son las preguntas que ha planteado el obispo de Chillán, monseñor Sergio Pérez de Arce, durante la misa presidida ayer, en la Catedral Metropolitana, en sufragio del Sargento segundo de Carabineros Rita Olivares Raio, quien falleció la mañana del domingo 26 de marzo al recibir un disparo en la cabeza mientras perseguía a unos ladrones en la comuna de Quilpué. Ella es la última de los 1.232 carabineros caídos. Según información difundida por la Conferencia Episcopal, al ritual han asistido diversas autoridades de la región, Carabineros, el delegado presidencial, parlamentarios y alcaldes de la región.
“Son preguntas que tenemos que hacernos - ha continuado el obispo - porque algo nos está pasando como sociedad, hay algo enfermo entre nosotros. Creo que tiene que ver con nuestro individualismo, amor al dinero, falta de valoración a la vida, por el olvido de Dios y otros valores esenciales”. La sargento Rita Olivares Raio tenía 43 años y era madre de dos hijos adolescentes. Había ingresado a Carabineros el 16 de mayo de 2002 y en 21 años había prestado servicios en diversos lugares, demostrando “un alto sentido de responsabilidad y vocación de servicio, entrega, compromiso y profesionalidad”.
Expresando el pesar de todos “porque toda muerte es siempre dolorosa y más aún cuando es violenta”, el obispo ha presentado sus condolencias a los familiares, compañeros y Carabineros, agradeciendo su servicio al país. “Nos duele que la violencia, la muerte, el crimen se vuelvan habituales, porque nuestra convivencia está herida y dañada - ha continuado -. Pero debemos levantarnos, avanzar en busca de una sociedad mejor, más fraterna. Cada vez que hay un asesinato de un carabinero, las reacciones son similares. Hay condena de las autoridades y de los líderes sociales y eso es muy positivo. También hay críticas políticas mutuas, a veces tratando de obtener alguna pequeña ventaja política. Las redes sociales se inflaman. Está bien cuando es el resultado de la impotencia, la rabia y el desconcierto que provoca la violencia. Nos alegramos de que el Parlamento se apresure a aprobar leyes que parecen necesarias para luchar con más fuerza contra la delincuencia”.
El obispo de Iquique, Isauro Covili Linfati, OFM, también ha hecho pública una declaración tras el asesinato de Rita Olivares Raio, en la que subraya que “los robos, los asaltos, los asesinatos, las estafas, el crimen organizado, hablan de violencia y de un sistema violento, de injusticia, de falta de paz”. El obispo añade que la situación de violencia y delincuencia es compleja y sus causas son diversas y cambiantes, pero lo más preocupante es que una especie de cultura delictual de todo tipo, se está imponiendo en la sociedad o se ha impuesto y, nos estamos acostumbrando”. Por ello, el obispo pide un debate público realizado en las organizaciones sociales de base, así como en las comunidades cristianas, sobre qué tipo de sociedad estamos construyendo.
(SL) (Agencia Fides 28/3/2023)

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