Seúl (Agencia Fides) - La Comisión “Justicia y Paz” de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur presentará oficialmente al Parlamento de Corea, el 13 de marzo, una petición para abolir la pena de muerte e introducir penas alternativas. La petición está firmada por los 25 obispos coreanos - entre ellos Mons. Lee Yong-hoon, Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Kim Hee-joong, Presidente de la Comisión Episcopal para el Ecumenismo y el Diálogo Interreligioso, Mons. Kim Seon-tae, responsable de la Comisión “Justicia y Paz” - por sacerdotes, religiosos y laicos de las 16 diócesis, con un total de 75.843 firmas de fieles católicos.
Teniendo en cuenta que la recogida de firmas se organizó durante el año pasado, marcado además por las limitaciones debidas a la pandemia, el número de más de 75.000 firmantes no es en absoluto escaso.
Los católicos recuerdan que, en los últimos años, se han presentado nueve veces a la Asamblea Nacional propuestas de ley sobre la abolición de la pena de muerte, pero siempre han fracasado. En la actual 21ª Asamblea Nacional, un proyecto de ley llamado “Ley Especial sobre la Abolición de la Pena de Muerte”, presentado por el diputado Lee Sang-min, miembro del Partido Democrático, y co-patrocinado por un total de 31 miembros de la Asamblea Nacional, ha sido entregado al Comité Parlamentario de Legislación y es de esperar que se programe pronto su debate en la Cámara.
Cabe señalar que, mientras tanto, sigue pendiente un recurso ante el Tribunal Constitucional que argumenta la inconstitucionalidad de la pena de muerte en Corea. El caso ha sido iniciado y presentado por grupos internacionales como Amnistía Internacional junto con organizaciones nacionales como la "Comisión Nacional de Derechos Humanos de Corea" y la Asociación de Religiones, que incluye a la Conferencia de Obispos Católicos de Corea del Sur y a representantes de las siete principales religiones del país.
En Corea del Sur han pasado 25 años desde las últimas ejecuciones: el 30 de diciembre de 1997 fueron ejecutadas 23 personas. El gobierno surcoreano votó entonces a favor de una “moratoria sobre la pena de muerte” en la Asamblea General de la ONU en 2020 y 2022.
Invocando el profundo respeto y la inviolabilidad de toda vida humana, incluida la de “Caín”, “la República de Corea debe ir más allá de una suspensión de las ejecuciones para convertirse en un país que suprima completamente la pena de muerte”, afirma la nota de los obispos católicos, que piden al Estado que “rompa el círculo vicioso de la violencia”. “Es un hecho bien conocido, confirmado en muchos estudios – afirma -, que la pena de muerte no disuade de la delincuencia. Para reducir la incidencia de la delincuencia en la sociedad, es necesario desarrollar políticas preventivas, resolviendo las contradicciones estructurales, económicas y sociales de nuestra sociedad e identificando las causas profundas de la delincuencia en sí, ampliando la creación de una red de seguridad en toda la sociedad”, señala la nota. Al presentar la petición al Parlamento, la Iglesia católica coreana confía en “un debate parlamentario exhaustivo sobre el proyecto de ley, que podría conducir a la abolición definitiva de la pena capital”.
(PA) (Agencia Fides 10/3/2023)
ASIA/COREA DEL SUR - La pena de muerte sigue siendo una derrota: la sociedad civil pide su abolición