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Dodoma (Agencia Fides) - Tanzania viéndose abrumada por un incendio, que lleva activo desde el 21 de octubre, ha recurrido al ejército en respuesta al fuego imposible de detener, en la zona del Monte Kilimanjaro. El martes 1 de noviembre, el país movilizó un contingente militar para echar una mano a los bomberos, junto con civiles y voluntarios que trabajaban para atajar el incendio. El gobierno ha declarado que hasta la fecha no se ha informado de ningún herido.
El primer foco se detectó en cerca del campamento de Karanga, a unos 4.000 metros sobre el nivel del mar, un punto de paso para los montañeros en su ascenso al pico más alto del continente, de 5.895 metros. El origen de la catástrofe aún no ha sido declarado oficialmente. Para complicar la situación y las operaciones de rescate se están produciendo fuertes rachas de viento que han azotado la zona en los últimos días.
Los militares “ya han llegado a la montaña y están preparados para apagar el fuego”, han declarado las Fuerzas de Defensa de Tanzania (TPDF). “Trabajaremos con otras fuerzas y voluntarios para garantizar que el incendio se controle rápidamente, antes de que cause daños importantes”.
Con su mundialmente famoso pico nevado, el Kilimanjaro y sus alrededores están clasificados como parque nacional, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, con una superficie total de más de 750 kilómetros cuadrados.
En las últimas horas otra tragedia ha golpeado al país. Diecinueve personas han perdido la vida en el accidente de un avión que se ha estrellado en el lago Victoria por causas que aún no han sido aclaradas. El accidente se ha producido cerca de la ciudad de Bukoba, a 100 kilómetros de la capital.
“El Papa reza por el eterno descanso de los fallecidos, la curación de los heridos y la fortaleza de quienes participan en las operaciones de rescate y socorro”, se lee en el telegrama de condolencias enviado a la Nunciatura Apostólica en el país, asegurando su cercanía espiritual a todos los afectados por esta tragedia.
(AP) (Agencia Fides 8/11/2022)
