EUROPA/POLONIA - Arzobispo Dal Toso: Oración y misión, las dimensiones existenciales de la beata Jaricot, fundadora del Rosario Viviente

sábado, 4 junio 2022 evangelización   oración   obras misionales pontificias   animación misionera  

Częstochowa (Agencia Fides) - Hoy finalizan en Częstochowa, el 2º Congreso Nacional del Rosario y la 10ª Peregrinación Nacional del Rosario Viviente, celebrados poco después de la beatificación de Pauline Jaricot, fundadora del Rosario Viviente. En Polonia, el Rosario Viviente cuenta con más de cinco millones de adhesiones, fieles que, sensibles a las necesidades de la Iglesia y del mundo, ofrecen sus oraciones.
Cada una de las once mil parroquias polacas cuenta con un grupo de Rosario Viviente, que en esta nación es una Asociación de fieles reconocida por la Iglesia desde hace muchos años, con su propio presidente y coordinador, que colaboran estrechamente con el Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP), lo que atestigua un gran vínculo a través de la persona de la Beata Jaricot.
“El Congreso es el cumplimiento de la promesa que hicimos entre los moderadores del Rosario Viviente de organizar el Congreso del Rosario cada cinco años”, explica el padre Maciej Będziński, director nacional de las OMP polacas. “Además, es una introducción científica y pastoral a las obras de la Beata Jaricot - continúa el Padre Maciej -. Por otra parte, la peregrinación es una forma de introducir el Rosario Viviente en la misión”.
El arzobispo Giovanni Pietro Dal Toso, Presidente de las OMP, y monseñor Jan Piotrowski, Presidente de la Comisión Episcopal para las Misiones, han participado esta mañana en la celebración eucarística, a la que han asistido varios miles de personas, de la comunidad del Rosario Viviente.
“Oración y misión. Tal vez con estos dos conceptos también podamos resumir bien lo que Pauline Jaricot experimentó personalmente, y lo que nos enseña a hacer. Estoy muy contento de poder celebrar esta Eucaristía dos semanas después de su beatificación en Lyon, porque Pauline es una gran beata, y porque su carisma merece ser reconocido, amado y vivido también hoy”, ha explicado el arzobispo Dal Toso durante su homilía en la misa de acción de gracias por la beatificación de Paulina Jaricot en el segundo centenario de la fundación de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, celebrada al término del Congreso y la Peregrinación. Tomando como punto de partida la lectura que habla de San Pablo como prisionero en Roma y la conclusión del Evangelio de San Juan, el Arzobispo ha explicado: “Desde su primera juventud, Pauline vivió según estas dos grandes dimensiones: la oración y la misión. Reunió a sus amigos a su alrededor para rezar y ofrecer por la misión, porque comprendió la importancia fundamental de la misión, que sin embargo no es posible sin la oración. Este legado Pauline también nos lo ha dejado a nosotros. Hoy, el mundo también necesita la misión. La Iglesia debe redescubrirse para ser una Iglesia misionera, como dice el Papa Francisco, porque el mundo de hoy necesita, como en tiempos de San Pablo, el anuncio de Cristo”. Devolver a los hombres de hoy la esperanza de Cristo resucitado y anunciarlo es la misión que estamos llamados a vivir hoy: misión y oración van unidas, y las OMP viven de esta combinación. Así lo ha explicado el arzobispo Dal Toso que ha continuado: “Sin embargo, esta misión puede realizarse solo a través de la oración. Mañana celebramos Pentecostés y no es casualidad que la misión de la Iglesia haya comenzado con el don del Espíritu Santo. Porque es el Espíritu Santo quien enciende el corazón del que anuncia; y es el Espíritu Santo quien mueve el corazón del que escucha la palabra de Dios y le ayuda a recibirla. Es el Espíritu Santo quien suscita a los santos y a los misioneros, como vemos bien en la vida de Pauline Jaricot. Por eso necesitamos la oración para invocar este Espíritu, porque no es nuestro, sino de Dios. Así que no podemos crearlo, sino sólo invocarlo. Esta es la importancia fundamental de la oración, que la Beata Pauline puso de relieve al fundar el Rosario Viviente. Me gusta esta expresión de Rosario Viviente, porque dice que es algo vivo, que hay gente viva rezando. Y tantos cristianos a lo largo de estos casi dos siglos han rezado el Rosario Viviente, y han rezado para que el Evangelio de Cristo se extienda y para que los misioneros sean sostenidos en su labor”.
(EG) (Agencia Fides 4/6/2022)


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