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Seúl (Agencia Fides) - Al inicio de cada año, los Obispos de Corea del Sur escriben a sus fieles en las correspondientes diócesis resaltando los temas que serán objeto de particular atención pastoral.
En el mensaje pdelor el 2006, S. Exc. Mons. Nicholas Cheong, Arzobispo de Seúl, ha dicho a los fieles: "Tenemos que superar la deletérea tendencia moderna de desprecio por la vida y purificar el mundo con una vida Eucarística", invitando a los católicos a continuar, tras las huellas del Año de la Eucaristía, en la adoración al Santísimo Sacramento y recordando la centralidad de la Eucaristía en la vida personal. El mensaje también se detiene sobre la urgencia de sustentar la familia, en el ámbito de la pastoral parroquial, para que "cada familia sea una comunidad de amor" y pueda convertirse en un centro de irradiación del amor de Dios.
También el Mensaje de S. Exc. Andrei Choi Chan-mou, Arzobispo de Kwangju ha puesto en el centro la familia, pidiendo a los fieles que se caractericen por la oración en la vida familiar. "La familia - escribe el arzobispo - es el mayor campo de evangelización y formación". "Tenemos que hacer en modo que la Palabra de Dios sea encarnada en nuestra vida cotidiana, leyendo y meditando la Sagrada Escritura": sólo así en las familias se podrá respirar el Espíritu de Dios y dar un auténtico testimonio cristiano.
El texto difundido por S. Exc. Mons. Paul Ri Moun-hi, Arzobispo de Daegu, apuesta por los jóvenes: "Hoy somos conscientes de la disminución de jóvenes católicos, debido a la disminución de la tasa de natalidad en Corea", señala el arzobispo. Su mensaje pone el acento sobre la urgencia de evangelizar a los jóvenes, dando atención a la pastoral juvenil en todas las realidades locales, puesto que los jóvenes, como dice el magisterio de la Iglesia, son "la esperanza de la humanidad". (Agencia Fides 18/1/2006 Líneas: 23 palabras: 334)
