Tokio (Agencia Fides) – “En 2011, tras el terremoto y el accidente de la central nuclear de Fukushima, los obispos pedimos, como creyentes que protegen la vida como un don de Dios, la abolición inmediata de las centrales nucleares. Desafortunadamente, creemos que la situación se está moviendo en una dirección diferente con el tiempo. Diez años después del accidente, renovamos nuestro llamado a la abolición inmediata de las centrales nucleares y una revisión de los estilos de vida”. Así lo afirma la Conferencia de Obispos Católicos de Japón en el mensaje difundido hoy, 11 de marzo, con motivo del décimo aniversario del desastre nuclear de Fukushima, que tuvo lugar el 11 de marzo de 2011.
En su carta, recibida también en la Agencia Fides, los obispos recuerdan el tema de la visita realizada en 2019 por el Papa Francisco a Japón, 'Protege la vida': “Respondiendo al llamado del Papa, queremos crear una sociedad en la que toda la vida esté protegida sin excepción, su dignidad sea conservada y nadie sea olvidado. Ahora, con la pandemia de coronavirus, el mundo entero se siente llamado a 'proteger la vida'. El Papa Francisco nos invita a acudir a quienes necesitan ayuda, a quienes están aislados y se enfrentan a las crisis de la vida en este mundo moderno de conflictos y divisiones, discriminación y exclusión, aislamiento y soledad”.
La experiencia del terremoto y la pandemia, se subraya en el mensaje, recuerdan a la humanidad su propia limitación: “Cuando fuimos golpeados por ese desastre sin precedentes, sentimos los límites de la sabiduría y el conocimiento humanos, comprendimos lo débiles que somos. En ese momento, imprimimos en nuestro corazón la importancia de la ayuda mutua y la solidaridad para proteger la vida. Diez años después del gran terremoto y del tsunami, el mundo ciertamente necesita volver a pensar en todo esto”.
(LF-PA) (Agencia Fides 11/3/2021)