Manila (Agencia Fides) - La pandemia de Covid-19 y el bloqueo prolongado impuesto en muchos países han añadido dificultades y sufrimiento a las poblaciones de muchos estados de Asia. Con la crisis sanitaria que ha afectado a grandes sectores de la población, especialmente a los más pobres y vulnerables, misioneros, religiosos sacerdotes y laicos católicos, en muchos países, están haciendo todo lo posible por ayudar a las personas y comunidades, con un gran compromiso solidario. Los miembros de la Iglesia católica en los países asiáticos continúan ayudando a los necesitados porque la caridad nace de la fe y es el primer medio de evangelización.
Las oportunidades y desafíos del trabajo misionero de la Iglesia católica en Asia, el continente más grande y poblado del mundo con 4,46 mil millones de personas (2016), son siempre nuevos. En Asia, el continente donde se originaron todas las religiones principales, como el budismo, el cristianismo, el confucianismo, el hinduismo, el islam, el jainismo, el judaísmo, el sintoísmo, el sijismo, el taoísmo y el zoroastrismo, hay alrededor de 350 millones de cristianos y se estima que para 2025 el número podría aumentar a 460 millones. Sin embargo, los fieles siguen siendo una minoría en la mayoría de los 48 países (somos mayoría en países como Filipinas, Timor Oriental, Rusia). La Iglesia católica en Asia está llamada a vivir la fe en Jesucristo y anunciar el Evangelio, por tanto, a llevar a cabo su misión evangelizadora, en un contexto continental caracterizado por estas coordenadas: como comunidad minoritaria desde un punto de vista numérico; en un amplio pluralismo de religiones, culturas y tradiciones. En este contexto, se ha sumado el factor de la pandemia que ha puesto de rodillas la economía y la sociedad y que ha desafiado la misión de las comunidades católicas. (...)- continúa