EUROPA/RUMANIA - Primera Navidad para los niños de la Infancia Misionera

jueves, 2 enero 2020 obras misionales pontificias   animación misionera   niños  

Bucarest (Agencia Fides) – Por primera vez, los niños misioneros de Rumania han preparado y celebrado juntos la Navidad del Señor: el 18 de mayo, un primer grupo de niños rumanos se unió a la Obra Pontificia de la Infancia Misionera, como parte de la jornada de celebración y sensibilización (véase Fides 13/5/2019). El 20 de diciembre de 2019, los niños misioneros se reunieron en la sede de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Bucarest, para celebrar juntos el nacimiento de Jesús. Según la información enviada a la Agencia Fides por la Dirección Nacional de las OMP, la fiesta comenzó con el Santa Misa presidida por el p. Eugen Blaj, Director Nacional de las OMP, en la iglesia de Santa Maria Regina, en Cioplea, en la que participaron los niños, junto con sus padres, hermanos, amigos y animadores.
Luego se realizó la representación de la escena navideña del nacimiento de nuestro Señor Jesús, seguida de un juego y del intercambio de comidas tradicionales que habían preparado los padres de los niños. No faltaron los cantos de villancicos y el árbol de Navidad, elementos que forman parte de la atmósfera de este período. Pero el protagonista del encuentro fue el Niño Jesús.
Durante el Adviento, los niños misioneros siguieron un itinerario que les ayudase a prepararse para el momento tan esperado, a través de buenas obras y pequeños sacrificios. En la primera semana ahorraron pequeñas cantidades de dinero para los niños más necesitados, aprendiendo así a renunciar a cosas superfluas por aquellos que viven en necesidad. En la segunda semana decoraron el árbol con las buenas obras ofrecidas por sus seres queridos. La tercera semana se dedicó al "regalo especial" de Navidad, que los niños prepararon cuidadosamente para regalarlo a una persona que para ellos no fuese muy agradable. Los últimos días de Adviento se reservaron para la preparación del pesebre, que representa el corazón de cada uno de nosotros y, por lo tanto, debe purificarse de cualquier pensamiento, acción o intención que pueda ser un impedimento para recibir al Niño Jesús. (MA/SL) (Agencia Fides 2/1/2020)


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