ASIA/FILIPINAS - LOS OBISPOS AL GOBIERNO: PARA EVITAR QUE SE DESESTABILICE LA NACIÓN ES NECESARIO LUCHAR CONTRA LA CORRUPCIÓN, DIALOGAR CON LAS PARTES SOCIALES Y COMPROMETERSE EN PACIFICAR EL PAÍS

jueves, 4 septiembre 2003

Masbate (Agencia Fides) – “El peligro de desestabilización es real. Aun pequeños gestos de insubordinación o protesta pueden dar origen a desórdenes y dañar la imagen del país, con repercusiones negativas para la economía. Los Obispos estamos preocupados y, unidos, solicitamos con fuerza al Gobierno que luche con mayor empeño contra la corrupción; que utilice la metodología del diálogo con todas las partes sociales del país; y que persiga, como fin supremo, el bien de la paz para el país”. Lo declara, en una entrevista con la Agencia Fides, Monseñor Joel Baylon, Obispo de Masbate y miembro del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal de Filipinas.
“La situación política –subraya el Obispo- es muy confusa: las acusas al “First Gentelmen” de haber utilizado fondos públicos para fines privados se han añadido a las tensiones que se habían creado tras el motín de más de 300 militares del pasado 27 de julio. El Ministro de la Defensa, Angelo Reyes, ha dimitido recientemente, y corren rumores sobre un posible golpe de estado, aunque la Presidenta, Gloria Arroyo, ratifique su solidaridad y el apoyo que le brindan el Gobierno y las Fuerzas Armadas. Es preciso volver a una mayor serenidad general en la política general por el bien del país”.
Hace algunos días, el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal, compuesto por los Obispos y en representación de todas las regiones de Filipinas, en un comunicado que firmaron Monseñor Baylon y otros nueve Obispos, manifestó la necesidad de poner fin a los juegos de poder, a la deslegitimación recíproca entre políticos y militares, y al sensacionalismo de los medios de comunicación de masa.
Los Obispos se declaran “muy preocupados, especialmente porque nuestros líderes políticos están haciendo de todo para destruirse los unos a los otros, en un proceso que conduce al precipicio a toda la familia filipina”, mientras “la población tiene otros muchos problemas que afrontar, especialmente desde un punto de vista económico”.
“Se necesita el empeño de todos para que se actúe, lo antes posible, una efectiva reactivación económica y una renovación plena de la política”, habían escrito los Obispos, declarándose dispuestos a prestar al Gobierno todo el apoyo necesario en la lucha contra el abuso de poder político y en la campaña a favor de la integridad moral de todos, especialmente de quienes deberían trabajar al servicio del bien común.
(P.A.) (Agencia Fides 4/09/03 Líneas: 35; Palabras: 418 )


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