ASIA/IRAK - PADRE NIZAR: “IRAK ES UN TERRENO DE JUEGO DONDE TODOS DESEAN TENER LA SUPREMACÍA, AUN A COSTA DE MASACRES HORRIBLES”

miércoles, 3 septiembre 2003

Roma (Agencia Fides) – “En unión a todo el pueblo iraquí, quisiera manifestar todo mi dolor por el asesinato del Ayatolá Al Hakim”, declara a la Agencia Fides el padre Nizar Samaan, sacerdote siriaco de la diócesis de Nínive, en el norte de Irak, comentando el asesinato del Ayatolá Al Hakim, principal líder chiíta, que falleció en un atentado en la ciudad santa chiíta de Najaf.
“Hace tan sólo unos meses –recuerda el padre Nizar- el Ayatolá Al Hakim había regresado a Irak después de 23 años de exilio pasados en Irán. La escena de su regreso a Irak que los medios de comunicación de masa retransmitían, era similar al del regreso de Khomeini a Irán. La multitud lo había acogido como quien trae la salvación de una mayoría (los chiítas) que, durante más de 30 años, se había visto sometida y obligada a ser gobernada por la minoría sunnita. Han sido 30 años de guerra muy dura contra el partido Baath, que representaba una minoría hambrienta de poder y de dinero”.
“Al Hakim, sin embargo, no se dió cuenta de que Irak no era el mismo que se había dejado 23 años atrás”, sostiene el sacerdote siriaco. “Irak es, actualmente, un campo abierto en el que todos quieren jugar, donde todos quieren tener un papel primordial y donde la lucha por la supremacía es fuertísima entre los mismos jefes chiítas. En este clima minado, Al Hakim provó a exponer su proyecto de un nuevo Irak, explicando a todos, en voz alta y abiertamente, su sueño, que es el sueño de todos los Ayatolá: un Irak islámico, como el cercano Irán, de cuya escuela, seguramente, Al Hakim había aprendido mucho. Pero la verdadera respuesta a los problemas de los iraquíes sólo puede llegar de un Irak democrático, en el que haya espacio para todos”.
“De hecho, el pueblo iraquí necesita, sobre todo, oír una palabra de esperanza, de confianza, y ver señales concretas que permitan construir un futuro mejor. En este momento, los iraquíes necesitan de todo, desde alimentos hasta medicinas, pasando por agua y por energía eléctrica”, sostiene el sacerdote.
En cuanto a la autoría del atentado, el padre Nizar afirma: “es difícil hacer conjeturas sobre quién puede haber cometido un crimen tan feroz. Como iraquí, pienso que el asunto sea absolutamente de naturaleza chiíta; no es más que un enfrentamiento de poder por el control del nuevo Irak”.
“Confío en que la tierra iraquí, tan mojada ya de la sangre de sus hijos, se convierta pronto en una tierra de paz, y en que se detenga inmediatamente la locura de la guerra y del terrorismo”, concluye diciendo el padre Nizar.
(L.M.) (Agencia Fides 3/09/03)


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