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Antananarivo (Agencia Fides) - Casi un millón de niños en Madagascar sufren de malnutrición aguda, y la isla tiene una de las tasas más altas del mundo de parada del crecimiento en niños menores de cinco años. La sequía actual, una de las peores jamás vista, ha quemado los cultivos de arroz y mandioca, dejando el 80% de la población sin un suministro seguro de alimentos. Muchas comunidades agrarias dependen de la ayuda alimentaria y de los frutos de cactus, que en el sur son un alimento de emergencia, pero que es difícil de digerir y pueden causar problemas intestinales que agravan los efectos de la desnutrición.
Esta crisis representa el problema principal sanitario para el gobierno, según el Ministerio de Salud de Madagascar. La inseguridad alimentaria no sólo afecta a las madres y a sus hijos, según la información enviada a la Agencia Fides. Es un fenómeno que afecta a toda la comunidad. La advertencia de los trabajadores humanitarios es que Madagascar se encuentra “fuera del mapa” olvidado por la comunidad internacional, a menos que no incumban cataclismos dramática que atraigan la atención. Sin embargo, la sequía está llevando a la gente al extremo. No ha habido lluvias suficientes desde hace 5 años, una tormenta de granizo en 2010 destruyo los cultivos de maíz, batatas, y sandías. El terreno es cada vez menos fértil y, por tanto, la cosecha desde entonces no se ha recuperado. (AP) (22/6/2016 Agencia Fides)