UNAMID
Mzuzu (Agencia Fides) – Es difícil imaginar el poder que todavía tienen los hechiceros en África, se lee en un comunicado de prensa enviado a la Agencia Fides por uno de los representantes de la organización Under The Same Sun (UTSS) que trabaja en favor de las personas albinas. La persistencia de la santería como una alternativa a la medicina moderna, como solución a cualquier mal pasajero o como un método para cambiar el futuro, es una práctica arraigada y casi inamovible. Tener resultados positivos en el amor, dinero o en el campo profesional es muy sencillo, basta con pagar a un witchdoctor, es decir un brujo o hechicero, y él se encargará de garantizar al cliente el futuro deseado.
En el caso de que se fracase en los resultados, la culpa nunca es el brujo, sino sólo del solicitante que probablemente no ha respetado las indicaciones como debía hacer. En cualquier mercado local de la mayor parte de los países del África subsahariana se pueden encontrar herramientas de todo tipo para “hacer milagros”. Desde ungüentos para tratar cualquier tipo de problema de la piel a plantas contra todos los males. Sin embargo, esto es solo lo que se ve en los mercados. En realidad, las actividades de los brujos implican prácticas de artes macabras. Huesos de animales e incluso de personas, cabellos y animales vivos son algunos de los ingredientes clave para sus curas milagrosas.
Además, gran parte de la población rural de Malawi, Tanzania y otros países vecinos, todavía mantienen la creencia de que las partes del cuerpo de los albinos tienen poderes mágicos: se les arrancan los cabellos y partes del cuerpo (dedos, manos, brazos y genitales) son mutilados para hacer hechizos. Desde marzo de 2016, el número de casos de violencia, acoso y asesinatos de albinos en Malawi se ha disparado. En el país son alrededor de 10.000 albinos que debe ser protegidos. (AP) (18/6/2016 Agencia Fides)