ASIA/FILIPINAS - LA IGLESIA CON EL GOBIERNO EN EL MOMENTO DE DIFICULTAD. FIRME LLAMAMIENTO PARA EXTIRPAR LA CORRUPCIÓN

miércoles, 30 julio 2003

Manila (Agencia Fides) - la Iglesia católica en las Filipinas no ha permanecido como simple espectadora de la crisis que ha visto atrincherarse a 296 militares del ejercito en un centro comercial y residencial en la capital con cerca de 300 rehenes entre el 26 y 27 de julio pasado. Los soldados filipinos acusaron al vértice de Defensa y a algunos jefes militares de corrupción, sosteniendo que estos proveen de armas a los rebeldes islámicos del Sur para justificar mayores intervenciones y asignaciones económicas de Estados Unidos. Pedían la dimisión del gobierno pero después de 20 horas de tratados aceptaron un acuerdo sin derramamiento de sangre.
En las horas de crisis, la comunidad católica, Obispos, sacerdotes , religiosas y fieles han expresado su apoyo a la Presidenta filipina Gloria Arroyo, que ha agradecido públicamente a la Iglesia después de la solución del percance.
El Cardenal Jaime Sin, Arzobispo de Manila difundió un documento en el que denunciaba el intento de desestabilizar el país y llamaba a los fieles a “vigilar” y estar preparados para movilizarse si fuese necesaria una acción para salvar a la Presidenta del gobierno legítimo, manteniendo a la nación “en la vía de la paz”. Un radio mensaje del Cardenal fue mandado en onda mas veces en Radio Verita, la radio católica delas Filipinas: “Es vuestro Cardenal quien os habla. No dejemos la victoria a los enemigos de la paz. Dios no bendecirá a aquellos que esparcen la violencia y la mentira”. Mientras tanto 100 trabajadores pastorales y miembros de agregaciones laicales católicas se reunieron en el Santuario Maria Reina de la Paz junto a la ex presidenta Corazón Aquino, para una vigilia de oración, como en los tiempos de la Revolución no violenta del EDSA. Sacerdotes, seminaristas y fieles estuvieron rezando durante muchas horas.
También el Cardenal Ricardo Videla, Arzobispo de Cebú, invitó a todos a la oración y pidió públicamente una solución pacífica. Mons. Orlando Quevedo, Arzobispo de Cotabato y Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, en el cargo hasta finales de diciembre próximo, invitó al gobierno a investigar a fondo sobre las acusaciones de los militares amotinados y realizar una seria reforma contra la corrupción, condenando naturalmente el modo elegido por los soldados para indicar el problema. Los Obispos filipinos en su Asamblea de inicios de julio señalaron la corrupción como uno de los principales males de la sociedad filipina pidiendo una legislación apropiada y una gran campaña anti-corrupción en toda la nación.
En el pasado un sacerdote católico el P. Cirillo Nacorda, denunció a un militar filipino de relación con los terroristas de Abu Sayyaf: el caso suscitó un gran clamor en el país pero el Congreso archivó las investigaciones por falta de pruebas.
Mientras tanto, como consecuencia del motín, el jefe del contraespionaje filipino, el General Víctor Corpus ha firmado su propia dimisión. En una carta dirigida a la Presidenta Gloria Arroyo el oficial afirma querer “preservar la unidad y la estabilidad” y poner fin a la agitación que llevo a la revuelta en días pasados. El oficial advierte sin embargo que “en el ejercito hay todavía mucho malestar”
(PA) (Agencia Fides 30/7/2003 Líneas: 41 Palabras: 535)


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