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San Gallo (Agencia Fides) - Si bien no faltan signos de esperanza en el futuro de la Iglesia en Europa, el cuadro trazado por los 30 Secretarios generales de las Conferencias Episcopales de Europa reunidos en San Gallo (Suiza) del 26 al 30 de mayo, no faltan incertidumbres y preocupaciones. La percepción de la pérdida de puntos de referencia, el vacío de fundamentos, la pérdida de valores y de una cierta praxis ética, la difusión de experiencias religiosas ambiguas, sectarias, del antisemitismo y una creciente nueva forma de pobreza, desorienta y suscita fuertes aprensiones para el futuro de Europa. Parece en efecto que algunas tendencias de fondo a nivel económico y socio-político están desarrollando una nueva antropología divergente de los valores cristianos. Sobre todo teniendo en cuenta la nueva búsqueda del sentido y espiritualidad, es urgente realizar la confrontación con la cultura moderna y los fenómenos de la secularización. El testimonio coherente de la verdad y la belleza del Evangelio de Jesucristo es el primer don que los cristianos pueden ofrecer a Europa.
Durante el encuentro se afrontaron numerosos temas, todo basados en el futuro de Europa y sobre el papel de la Iglesia. En la primera parte de los trabajos, se analizaron las instancias de fondo de la sociedad actual confrontándolos con el modelo de Iglesia que se debe promover. Sólo en la binomio "innovación y tradición" se podrá hacer frente a la fuerte descristianización en acto en el continente europeo. Innovación y tradición son dos conceptos intrínsecamente ligados Siempre hace falta ser innovadores en la transmisión de la fe, subrayaron los participantes.
Las reflexiones sobre las cuestiones bioéticas relacionadas con las nuevas investigaciones científicas sobre las células estaminales, sobre los embriones y sobre el cerebro tuvieron un papel importante en los trabajos. Introdujo el discurso Günter Rager, profesor ordinario de medicina en la universidad de Friburgo, quien subrayó como algunas investigaciones, especialmente sobre la manipulación de los embriones y el cerebro están chocando con la visión cristiana del hombre y exigen una comparación además de una respuesta, por parte de la sociedad, del mundo político y de la Iglesia. Estar preparados para una comparación con la cultura científica representa un serio empeño. Ante todo exige un conocimiento profundo de hechos e investigaciones en curso. Por este motivo es absolutamente necesario y urgente que la Iglesia se ponga en diálogo con la ciencia, y contribuya a una toma de conciencia de la opinión pública. En el curso del debate nació la idea de colaborar con la COMECE para constituir a nivel europeo una red de expertos capaces de expresar la visión de la Iglesia y de intervenir en las instituciones.
Los Secretarios hablaron después sobre la relación de las actividades de la CCEE presentada por Mons. Aldo Giordano Secretario general de la CCEE, y sobre los proyectos futuros. Tres son hoy los ámbitos de servicio de la CCEE: un espacio europeo al servicio de la colegialidad y la comunión entre los Obispos; un servicio al camino ecuménico en Europa; un servicio al encuentro entre Evangelio y cultura en la actual sociedad europea. Es a la luz de este último punto que debe ser leído el compromiso de la CCEE en el campo de las migraciones, del pluralismo religioso y cultural en que hoy viven los europeos, la atención por el mundo de la educación, de la escuela y de la universidad, la reflexión sobre los temas jurídicos, éticos y políticos ligados al proceso de unificación europea, la sociedad de los mass-media, las relaciones con los musulmanes en Europa y la responsabilidad por la creación.
Hablando sobre la situación ecuménica en Europa se vio cuánto varían de país a país las relaciones entre las diversas confesiones cristianas y la Iglesia católica. Parece sin embargo, que las Iglesias europeas viven un período de estancamiento del camino ecuménico, aunque sean conscientes de la necesidad de continuar por la vía del encuentro y el diálogo. La reflexión de los participantes también se centró en las relaciones entre Iglesia e instituciones europeas y se ofrecieron algunas informaciones sobre la participación de los jóvenes en la próxima Jornada mundial de la Juventud en Colonia. (S.L) (Agencia Fides 1/6/2005; Líneas: 50 Palabras: 715)
