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Seúl (Agencia Fides) - Provechoso intercambio de ideas en un clima de amistad: ha sido la característica del reciente encuentro de Obispos coreanos y japoneses, realizado en Cheju, en Corea del Sur.
En el encuentro (el décimo de la serie, empezado en 1994) han participado, 18 Obispos coreanos, entre ellos el Card. Stephen Kim y Mons. Andreas Choi Chang-mou, Presidente de la Conferencia Episcopal y 13 Obispos japoneses, conducidos por Mons. Augustine Nomura Junichi, Presidente de la Conferencia Episcopal del Japón y Mons. Peter Okada, Arzobispo de Tokio.
En el encuentro los Obispos han hablado de la recíproca comprensión, en la perspectiva de afrontar los desafíos pastorales del presente. Los Obispos han concordado sobre el hecho de que encuentros de este tipo contribuyen a aumentar la amistad entre ambos países: por ello, han afirmado la voluntad de continuar realizándolos y promover iniciativas pastorales conjuntas, sobre todo a través de programas de solidaridad y cooperación, sugiriendo también el realizarlo entre sacerdotes y laicos.
La Iglesia católica trabaja en reconstruir puentes de unión y reconciliar a los pueblos de Corea y Japón. Con este objetivo recientemente se ha publicado un texto sobre la historia de las relaciones entre los dos países. El libro, realizado por el instituto Pastoral de Corea, afiliado a la Conferencia Episcopal, trata cuestiones de historia y cultura de los dos países cercanos, y pretende ofrecer a los jóvenes coreanos y japoneses un correcto discernimiento para que puedan comprender su historia y construir buenas relaciones con sus vecinos.
En sus encuentros anuales los Obispos de Japón y Corea del Sur han lanzado un llamamiento a releer la historia a la luz de la verdad y la reconciliación. Se trata, sobre todo, de reexaminar los hechos históricos de la Segunda Guerra Mundial con objetividad, según criterios de verdad y justicia, base para una auténtica reconciliación.
Las controversias existentes entre Japón y Corea del Sur conciernen a la ocupación colonial de la península coreana por parte del imperio Nipón durante el Segundo conflicto mundial. Los coreanos, en particular, rechazan los libros de historia empleados en las escuelas japonesas que no reconocen las atrocidades del ejército del Sol Levante en Corea y no hablan de los coreanos deportados al archipiélago japonés como esclavos o de las 200.000 coreanas deportadas como "mujeres de consuelo" para los soldados japoneses. (PA) (Agencia Fides 30/11/2004 Líneas:32 Palabras: 410)
