ASIA/MYANMAR - EL ARZOBISPO DE YANGON: “LA PEQUEÑA IGLESIA DE MYANMAR CRECE EN MEDIO DE LIMITACIONES Y SUFRIMIENTOS , GRACIAS A LOS LAICOS”

martes, 1 julio 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Somos una comunidad que, en medio de los obstáculos y sufrimiento, da gloria a Dios, reza, evangeliza, realiza un servicio social y obras de caridad”. Así describe la situación de la Iglesia en Myanmar, su Exc. Mons. Charles Maung Bo, nuevo Arzobispo metropolitano de Yangon. Mons. Bo salesiano, se encontraba en el Vaticano el 29 de junio para recibir el Palio del Santo Padre Juan Pablo II junto a otros 39 Arzobispos Metropolitanos de diversas partes del mundo. “Ha sido un momento muy importante para mi vida de Pastor. Percibo con más fuerza la responsabilidad como guía de la grey de la pequeña Iglesia en Yangon” afirma en un coloquio con la Agencia Fides Mons. Bo, que fue nombrado Arzobispo el pasado 24 de mayo después de ser Obispo de Pathein desde 1996.
El Arzobispo resume su plan pastoral en Yangon, capital de Myanmar, con un acrónimo que afirma “me lo inspiro el Espíritu Santo el día de mi nombramiento, partiendo del inglés robe:
R= reflexionar, crear armonía, pararse para después reemprender el camino con dinamismo
O= observar los valores del Evangelio, de la tradición, obedecer a la voluntad de Dios.
B= construir (Build, ndr) la comunidad por medio de la comunión con el clero y los laicos, construir nuevas relaciones con los otros cristianos y otras comunidades religiosas.
E= poner a la Eucaristía en el centro de la vida de la Iglesia y de nuestras actividades pastorales”.
Mons. Bo cuenta que en Myanmar de 47 millones de habitantes, hay 600.000 católicos divididos en 12 diócesis. Cuenta con 16 Obispos, 600 sacerdotes, 1.400 religiosos, 3000 catequistas, la pastoral de la iglesia se realiza con actividades catequísticas, litúrgicas y caritativas. “Somos una comunidad muy unida a nivel de obispos y de fieles. A pesar del control impuesto por el régimen militar, podemos rezar en las iglesias y para la evangelización confiamos en los catequistas laicos, que frecuentan cursos de formación y después visitan a las familias en los pueblos asilados. Tenemos muchas conversiones en los poblados de áreas montañosas y rurales, hay menos en las grandes ciudades como Mandalay o Yangon, donde el budismo es muy fuerte. El 90% de los católicos pertenecen a las minorías étnicas. También en cuanto a las vocaciones la situación es floreciente: en le seminario nacional de San José en Yangon tenemos 80 seminaristas y en los diocesanos hay cerca de 100 para cada diócesis con un total de unos 1.300 estudiantes”
La comunidad cristiana es activa también desde el punto de vista social: “Tenemos escuelas dispensarios, hospitales, sobre todo en las áreas remotas y gracias a la ayuda de las congregaciones religiosas. Con frecuencia nuestro personal, religiosos o laico, trabaja en estructuras gubernativas, especialmente en las áreas pobres donde hay necesidad de ayuda y el gobierno lo consiente con gusto. Hay mucha pobreza y la Iglesia asiste a los pobres y refugiados”.
La libertad de la que goza la Iglesia católica en Myanmar es de todas formas limitada. La comunidad sigue sufriendo un control estricto por parte del régimen en el poder. También los movimientos de los obispos son limitados pero las ordenaciones episcopales y sacerdotales no sufren interferencias gubernativas.
Después del arresto de la líder de los derechos civiles, Aung San Kyi, el pasado 30 de mayo, la Unión Europea solicitó a las autoridades de Myanmar que dejase libre a todos los prisioneros políticos y animó a los países del ASEAN (Asociación de los Países del Sudeste Asiático) sobre todo a China ,India y Japón a recurrir a su influencia “para promover activamente el necesario cambio político en Myanmar”.
(PA) (Agencia Fides 1/7/2003 Líneas: 46 Palabras: 622)


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