ASIA/INDONESIA - Compromiso social contra la corrupción, la violencia, el deterioro ambiental: invitación de los Obispos a los fieles para una mayor colaboración

lunes, 15 noviembre 2004

Yakarta (Agencia Fides) - Los católicos pueden y deben dar una mayor contribución para combatir la corrupción difundida por el país. Afirma la Conferencia Episcopal de Indonesia, indicando las tres urgencias mayores que el nuevo Presidente del país, Susilo Bambang Yudhoyono, tendrá que afrontar: corrupción, violencia generalizada, deterioro ambiental. Al término de los trabajos de su asamblea, concluidos recientemente, los Obispos han difundido un mensaje final en el que exhortan a transformar el país en "una casa mejor para el pueblo indonesio."
El encuentro de los Obispos se centró en el tema de la justicia social: "Esperamos que la nueva administración del país pueda comprometerse a fondo en ello", subrayó el Card. Julius Darmaatmadja, Arzobispo de Yakarta, afirmando que la Iglesia católica está llamada a dar una contribución para solucionar los principales desafíos que debe afrontar hoy el país. Desde 1997, afirma el Card. Darmaatmadja, el país ha vivido una decadencia moral: "La corrupción se ha convertido en un mal común entre los funcionarios públicos", recordando que el observador internacional independiente Transparency Internacional ha colocado a Indonesia "entre los cinco países más corrompidos del mundo".
El Cardenal ha señalado el compromiso de todos los líderes religiosos indonesios, quienes en dos ocasiones, en el curso del 2004, han lanzado fuertes llamamientos contra el mal endémico de la corrupción que aflige la nación. Ellos también han condenado el estilo de vida "violento y militarizado", que afecta a muchos ciudadanos comunes, en numerosas áreas del país, y que mina los fundamentos mismos de la vida civil, induciendo a un clima de violencia y agresividad generalizada.
"La Iglesia - escriben los Obispos en el comunicado final - tiene que hacerse cercana a las víctimas de la violencia, a los oprimidos, a los refugiados. No podemos tan solo rezar por ellos: tenemos que levantar la voz en su favor y luchar por la justicia". Los Obispos invitan a los fieles a aumentar la confianza en si mismos y a trabajar, junto con personas de otras comunidades religiosas, para controlar las actividades y las intervenciones públicas, para poder luego denunciar y combatir la corrupción.
Mientras tanto, llegan dos noticias que confirman las preocupaciones de los Obispos: el gobierno indonesio ha aumentado el estado de emergencia civil a Aceh, provincia al Norte de la isla de Sumatra, afligida durante décadas por una guerrilla separatista.
Parece que fue envenenado Alì Munir, de 38 años, uno de los más conocidos defensores de los derechos humanos en Indonesia. El descubrimiento ha sido hecho por algunos médicos holandeses que han encontrado en su sangre grandes cantidades de arsénico en la autopsia. Munir fue fundador, al final de los años 90, de la Comisión de los desaparecidos y víctimas de la violencia (Kontras), conocida por haber denunciado la muerte de civiles y las ejecuciones extrajudiciales, en Timor Este, en las Molucas, Aceh y en todas las áreas atravesadas por la violencia en Indonesia.
(PA) (Agencia Fides 15/11/2004 Líneas: 38 Palabras: 504)


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