Mosul (Agencia Fides) - Las condiciones actuales de pobreza, violencia y discriminación en Iraq pesan más en las mujeres que, como parte de una sociedad dominada por los hombres en la que viven, sólo se ocupan de los niños y la casa. La mayoría son analfabetas, y sin ningún tipo de formación y se convierten en “prisioneras en la casa”: ignorantes, pobres y marginadas. En el mes de enero, la meta de la campaña de la ONG católica Manos Unidas “No hay justicia sin igualdad” es la llanura de Nínive, un área que se encuentra en el noreste de la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive, donde diferentes religiones conviven y donde un alto porcentaje de la población no es ni árabe ni musulmana. Aquí, la organización Etana se compromete a ofrecer a las mujeres las oportunidades que les ha negado la pobreza, las mafias locales, la persecución religiosa, además de la sociedad dominada por los hombres. Para intentar cambiar esta situación Etana, que desde 2006 trabaja en diversas localidades de la región, ha propuesto a Manos Unidas un programa para la educación y formación de las mujeres con el fin de que puedan realizar un trabajo, por ejemplo en el campo de la informática, primeros auxilios, o como peluqueras, que les permita satisfacer sus necesidades y mejorar su papel en la sociedad. La organización también ofrece un programa para el medio ambiente y el reciclaje (AP) (Agencia Fides 17/1/2014)