En la República Federal de Alemania unos 58.800 extranjeros eran miembros de organizaciones extremista en el 2000; cerca de 18.600 de estas personas pertenecían a los grupos a extremistas del ala izquierda, casi 8.750 personas pertenecen a los grupos extremistas nacionalistas y casi 31.450 a los grupos extremistas islámicos. El número de simpatizantes y partidarios que no son miembros de tales organizaciones probablemente es mucho más alto. Generalmente, las actividades de los extremistas extranjeros reflejan los conflictos y las condiciones políticas, económicas y sociales de los respectivos países de origen. En consecuencia, las causas del extremismo de los extranjeros son diferentes, dependiendo del país de origen.
El Pkk (partido comunista curdo) cuya actividad ha sido prohibida en Alemania desde 1993, trata de ganar la atención pública organizando acontecimientos y asambleas a gran escalera y reclutando a otras personas para sus objetivos. El Pkk todavía usa medios criminales para castigar y disciplinar a los relativos partidarios y trata de cubrir sus enormes exigencias financiar obligando a los sus seguidores a detraer del sueldo el llamado "impuesto revolucionario". Impuesto que sirve para financiar a los partidos islámicos de la madre patria. Además algunas informaciones hacen pensar en un implicación en el contrabando ilegal de personas.
La atención de la policía alemana está además centrada en otros grupos que practican acciones violentas, como ocurre con el "Devrimci Sol" (Izquierda Revolucionaria) prohibido desde 1983 que opera clandestinamente y que está dividido en dos alas, ambas exiliadas por el ministerio federal de interior en el mes de agosto del 1998.