Baghdad (Agencia Fides) – El lunes 10 de junio en Bagdad, ha terminado el primer Sínodo de la Iglesia Caldea convocado después de la elección del nuevo patriarca Luis Raphael I Sako, que tuvo lugar el 31 de enero. En un comunicado final, enviado a la Agencia Fides, el patriarca y los 14 obispos caldeos han resumido en nueve puntos los temas afrontados en los días de la Asamblea del Sínodo, que comenzó el 5 de junio y que se realizó en la Casa General de las Hermanas caldeas de María Inmaculada, en el centro de la capital iraquí. Muchos de las indicaciones que han salido del Sínodo parecen estar en sintonía con la solicitud pastoral que está marcando los primeros meses de ministerio patriarcal de S. B. Sako I. Los obispos caldeos llaman a la reanudación del camino ecuménico con las otras Iglesias y comunidades cristianas, desde la Iglesia asiria, con los que esperan ver “la unidad de la Iglesia de Oriente”. Reafirmar la necesidad de continuar el diálogo con el Islam en todas sus articulaciones y de poner la máxima atención a la gestión transparente de los recursos económicos de la diócesis, teniendo como criterio las necesidades concretas de las parroquias.
En el comunicado final se afirma que durante la reunión del Sínodo, fueron elegidos los obispos para varios eparquias caldeas que estaban en sede vacante, sin especificar los nombres. Se hace hincapié en la necesidad de supervisar la formación de los candidatos al sacerdocio, evitando enviar a todos los aspirantes sacerdotes a estudiar en el extranjero y también evitando el confundir el cuidado pastoral vocacional con las campañas de reclutamiento para llenar el espacio vacío. Para poner freno a la negligencia que se extendido en los últimos años, se confirma que ningún sacerdote puede mover su residencia de una diócesis a otra sin el consentimiento de ambos obispos.
Con la mirada dirigida hacia la crisis política y social que se está apoderando del país, los obispos caldeos sugirieren la creación de una comisión de laicos y sacerdotes para buscar respuestas concretas al problema del mercado de trabajo y fomentar la inversión en Iraq, que ayuden a frenar incluso la diáspora de los cristianos iraquíes. También se reitera que la política sigue siendo un campo bajo la responsabilidad de los cristianos laicos, y en la que los obispos y sacerdotes no debe ejercer ningún tipo de intervención directa.
Los últimos puntos del comunicado recuerdan a todos la oración por los dos obispos de Aleppo – el sitio-ortodoxo Mar Gregorios Yohanna Ibrahim y el greco-ortodoxo Boulos al-Yazigi – desde el 22 de abril en manos de secuestradores desconocidos.
En la tarde del lunes 10 de junio, como conclusión del Sínodo de la Iglesia Caldea, muchos líderes políticos y religiosos iraquíes participaron en una recepción en el Hotel Rashid promovido por el patriarca Sako como momento simbólico de reconciliación nacional. En su discurso de bienvenida, el Patriarca Sako, después de leer algunos pasajes del himno de San Pablo a la caridad, ha pedido a todos las partes políticas que no abandonen o comprometan la vía del diálogo y de la “cohesión nacional”.(GV) (Agencia Fides 11/6/013).