ASIA/COREA DEL SUR - 4.000 PERSONAS EN ORACION EN LA ZONA DESMILITARIZADA EN LA FRONTERA ENTRE EL NORTE Y EL SUR EN LA JORNADA DE RECONCILIACION Y UNIDAD DEL PUEBLO COREANO

lunes, 23 junio 2003

Seúl (Agencia Fides) – Unas 4.000 personas se reunieron en el corazón del área desmilitarizada en la frontera entre el Norte y el Sur de Corea para celebrar la Jornada de la Unidad y de la Reconciliación del Pueblo Coreano, ayer 22 de junio. Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, fieles laicos del Sur rezaron e hicieron renacer la esperanza de reconciliación con los hermanos del norte para volver a ser un pueblo unido.
“Ha sido una celebración realmente conmovedora, signo de dos pueblos que buscan ser un solo pueblo. Esta es la misión de la Iglesia en Corea: rezar y trabajar por la reconciliación y la paz” ha dicho a la Agencia Fides una fuente de la Iglesia coreana.
Precisamente en el lugar símbolo de la fractura entre las dos coreas, el Card. Stephen Kim, Arzobispo emérito de Seúl, presidió la Misa Solemne con la presencia del Nuncio Apostólico en Seúl, Su Exc. Mons. Giovan Battista Morandini y de numerosos Obispos coreanos, deseando que la sunshine policy, política del reacercamiento inaugurada en el 2000, vuelva a ser la línea estratégica a seguir por las autoridades políticas en Corea del Norte y del Sur.
“Hace falta eliminar la aversión y curar las heridas de la división por medio de un genuino y fraterno perdón y una profunda tolerancia de los unos hacía los otros, para evitar la guerra en la península coreana y llevar la reconciliación y unidad a esta atormentada parte del mundo” ha escrito el P. Lucas Kim Woon-hoe, Presidente de la Comisión para la Reconciliación del Pueblo Coreano, organizadora de la Jornada, en un mensaje difundido para la ocasión.
En el texto el P. Woon-hoe afirma que “la Iglesia católica en Corea desea una paz duradera y la evangelización de la península coreana. Para ello necesitamos oración arrepentimiento, perdón incondicionado y practica del amor mutuo”.El sacerdote señala que “es inaceptable pensar en declarar una guerra en nombre de la paz y a costa de muchas vidas humanas inocentes”.
“Debemos estar felices porque continúe el intercambio y la cooperación entre las dos Coreas – prosigue el Mensaje - a pesar de las crecientes dificultades internacionales respecto a la situación de las Península Coreana”. El documento hace una mención especial al ferrocarril de Gyeongui que volverá a unir el Norte y el Sur. “Con la ceremonia de reunión del 14 de julio se hace cada vez mas cercano el día en el que podremos acrecernos a Pyongyan y Sinuiju, por medio de las estaciones de Dorasan y Gaeseong”. “La paz florecerá en nuestras mentes y crecerá cuando reconozcamos humildemente el infintito amor de Dios y hagamos un examen de conciencia para aceptar a nuestros hermanos norcoreanos tal como son, compartiendo sus sufrimientos” concluye el Mensaje. El P. Woon-hoe invita a rezar intensamente por la reconciliación y la unidad de la población coreana “ para que la paz de Cristo tome posesión definitiva en nuestra tierra”.
Mientras tanto proceden los trabajos para la reunificación del Norte y Sur de Corea con redes de ferrocarril y carreteras. Entre los signos concretos del acercamiento entre el Norte y el Sur esta también la decisión de instituir un hot-line telefónico directa entre los jefes de las Fuerzas armadas del Norte y el Sur.
(PA) (Agencia Fides 23/6/2003 Líneas: 42 Palabras: 566)


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