EUROPA/ITALIA - Se abre hoy el Capítulo general de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Entre los desafíos más urgentes: evangelización del mundo secularizado, diálogo interreligioso y reconciliación nacional, dar voz a los pobres, primera evangelización en los países ex-comunistas

lunes, 30 agosto 2004

Roma (Agencia Fides) - Se abre hoy, lunes 30 de agosto, el XXXIV Capítulo General de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada (OMI) que tiene por tema "Testigos de la esperanza: una llamada, nuestra misión". El Capítulo general, que durará cuatro semanas, se realiza en Roma en la casa de los Hermanos de las Escuelas cristianas. Participan 97 Oblatos procedentes de Europa (32), de América del Norte (23), de África (18), de Asia - Oceanía (14), de América latina (10). La edad media de los capitulares es de 55,2 años. Los Misioneros Oblatos de María Inmaculada actualmente son 4,500 y están presentes en 70 naciones del mundo.
Entre los temas principales del Capítulo general: el cambio demográfico de la Congregación, formación e internacionalidad, la elección del Superior general y de la Administración general. El 21 de septiembre estará presente en el Capítulo el Cardenal Francis George, OMI, Arzobispo de
Chicago (E.E.U.U.) desde 1997.
En la carta enviada al padre Guillermo Steckling, Superior General, el Card. Eduardo Martínez Somalo, hasta hace poco Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida apostólica, se expresaba así: “Que podáis experimentar la presencia del Espíritu Santo entre vosotros mientras reflexionáis sobre las necesidades más urgentes de la Iglesia de hoy y sobre la mejor utilización de vuestros recursos para responder a tales necesidades con el celo misionero de vuestro fundador san Eugenio De Mazenod."
En una entrevista publicada sobre la página Web de la Congregación, Omiworld, el Superior general que ha acabado su mandato de seis años, el Padre Steckling, subraya que "la evangelización del mundo secularizado es uno de los principales desafíos misioneros", mientras la segunda prioridad está constituida por el diálogo interreligioso, que "en algunos Países, procede de modo sereno, mientras en muchas otras naciones tiene que enfrentarse con el problema del fundamentalismo". El Padre Steckling recuerda a este propósito que en los últimos siete años fueron
matados dos misioneros OMI que trabajaban entre los musulmanes en las Filipinas. Entre los nuevos desafíos al compromiso misionero, los OMI están activos en el campo de la reconciliación nacional y la cicatrización de las heridas del pasado, como en Sri Lanka, Filipinas, Guatemala. Además preocupa el crecimiento de la pobreza en América latina y en África, debida a muchos
factores, además de la guerra y el Sida. "Muchos de nuestros hermanos misioneros trabajan silenciosamente en tales contextos, pero no quieren quedarse callados más tiempo frente a estas situaciones - subraya el Superior general -. Eso confirma la necesidad de trabajar por la justicia,
la paz y la integridad del planeta, de manera que la voz de los pobres sea escuchada donde efectivamente se tomen las decisiones que les conciernen.
Los Oblatos han sido reconocidos recientemente como ONG por las Naciones Unidas, y por lo tanto tenemos un camino para intervenir sobre estos argumentos.". Como último desafío se cita la presencia de los OMI en los Países comunistas y ex-comunistas (Rumania) Ucrania, Bielorrusia, Laos, Vietnam...): hay mucho trabajo misionero que hacer, sobre todo de primera evangelización, y también constatamos una gran abertura por parte de estas poblaciones", concluye el Padre Steckling. (S.L) (Agencia Fides 30/8/2004).


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