Almaty (Agencia Fides) – La seguridad alimentaria corre peligro en los países de Asia Central: mientras que los gobiernos de las ex repúblicas soviéticas de Kazajstán, Tayikistán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán tratan de estabilizar sus naciones a nivel político y económico, sobre una población total de 62 millones de personas, más de 5 millones no satisfacen sus necesidades alimenticias y no disfrutan de una seguridad alimenticia plena. El concepto de "seguridad alimenticia", acuñado por las Naciones Unidas, indica la certeza de obtener los alimentos necesarios para cubrir las necesidades mínimas de alimentación de una persona a diario.
Según un estudio publicado por la Universidad Estatal del Norte de Kazajstán, y que ha llegado a la Agencia Fides, aunque las condiciones generales de la sociedad en Asia central han mejorado en la era post-soviética, el problema de la escasez de alimentos sigue afectando a grandes segmentos de la población, que se ven afectados sobre todo por la inflación y la escasez de recursos económicos útiles para generar riqueza.
La situación, según el informe, es delicada sobre todo en Tayikistán, que todavía se está recuperando de la guerra civil, y en Kirguistán, donde la situación política y sociales todavía sufre de inestabilidad, después de las revoluciones del 2005 y del 2010. Estos son también los países más pobres, según los estándares internacionales: el 30% de los ciudadanos de Tayikistán y el 27% de Kirguistán sufren de inseguridad alimentaria.
Según la FAO, las dos repúblicas todavía hoy están lejos de alcanzar el resultado mínimo para garantizar la alimentación básica a toda la población. En 2010, la FAO y el World Food Programme (WFP) han indicado a Tayikistán como uno de los 22 países que sufren de una "crisis de seguridad alimentaria duradera": esto significa que el país sufre de la escasez de alimentos desde hace al menos 8 años y más del 10% de las ayudas del extranjero son ayudas humanitarias
Según el estudio de la Universidad de Kazajstán, las medidas necesarias para contrarrestar este fenómeno son: controlar la inflación, moderar los precios, introducir nuevos recursos y nuevas tecnologías en la agricultura, introducir nuevos medios legislativos para ayudar al sector agrícola, que sigue siendo esencial para la supervivencia de la mayoría de la población en las repúblicas de Asia Central. (PA) (Agencia Fides 18/5/2011)