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Trípoli (Agencia Fides)- “Al final de la celebración de la Santa Misa, me encontré en la parte posterior de la iglesia, con una decena de mujeres libias, musulmanas. Esta es la primera vez en 40 años de celebraciones en Libia. Vinieron llorando a la sacristía. Muchas por el trabajo conocen algunas religiosas católicas", dice a la Agencia Fides Mons. Giovanni Innocenzo Martinelli, Vicario Apostólico de Trípoli.
“Estas mujeres repetían continuamente: 'Padre, por favor, terminemos con la guerra, con las bombas. Nos han destruido la familia, han perturbado la vida social, los niños ya no van a la escuela. Estamos desesperadas'. Después me han contado lo que está sucediendo en Misurata". Me han dicho - continúa Mons. Martinelli- que las mujeres son violadas y mutiladas, las familias están encerradas en sus casas. 'No tiene idea de lo que está sucediendo allí', han dicho estas señoras”.
“He referido estos datos a un workshop por teléfono organizado por el Servicio Europeo de Acción Exterior, al que han participado también otras personas, algunos libios que viven en Europa y Egipto. Se debatió sobre como llevar las ayudas humanitarias a Libia después del final del conflicto. Yo reitere que primero hay que encontrar una manera de poner fin a la guerra", dice el Vicario Apostólico de Trípoli.
Mons. Martinelli añade que "como hemos escrito en el documento de las comunidades cristianas en Libia (véase Fides 13/4/2011), hay que aprovechar las relaciones tribales. Gheddafi ha tenido el mérito de haber re-unificado las distintas cabilas (tríbus) de Libia. En nuestra declaración sugerimos hacer participar a los elders" (los sabios, los ancianos) para encontrar el camino del diálogo entre los diferentes componentes de la sociedad libia”.
“Por lo tanto, es necesaria una forma de diplomacia que respeta la realidad de Libia. En este sentido, aprecio la posición de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, en su última reunión rechazaron el uso de la fuerza y reafirmaron la necesidad de una solución diplomática a la crisis de Libia). Me parece muy sabio, porque da prioridad a la acción diplomática sobre el uso de la fuerza", concluye Mons. Martinelli. (L.M.) (Agencia Fides 16/4/2011)
