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Trípoli (Agencia Fides) - “Ayer recibimos algunos náufragos que habían sido llevados por la corriente hasta la playa de Trípoli", dice a la Agencia Fides Mons. Giovanni Innocenzo Martinelli, Vicario Apostólico de Trípoli. "Son unas diez personas, los únicos supervivientes de un grupo de unas 70 personas que habían zarpado con una barca hacia Europa. La mayoría murió en el mar, otros al límite de sus fuerzas, en la playa. Son etíopes, musulmanes y cristianos. La policía local, después de haberlos socorrido, los ha encarcelado brevemente para luego dejarlos libres de nuevo. En ese momento se han dirigido a nosotros para obtener ayuda", explica Mons. Martinelli.
“Lo que me sorprendió de las historias de los supervivientes, es que en un cierto momento un helicóptero sobrevoló la embarcación, cuando estaban a la deriva en alta mar. Desde el helicóptero les lanzaron algunas botellas de agua y alimentos, luego desapareció. No sabemos a quién pertenece esta aeronave, que había impresa la sigla "Army". No podía ser de Libia, debido a la “no-fly-zone". "Han llegado ayudas del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), un poco de comida para la gente a la que asistimos", añade Mons. Martinelli.
Sobre la situación en la ciudad, el Vicario Apostólico de Trípoli, dice: "Hemos oído claramente las explosiones de las bombas que han impactado en objetivos cercanos a Trípoli, en la madrugada, aunque no ha sido bombardeado el centro de la capital. También sabemos que se están produciendo bombardeos en otras localidades. Están comenzando de nuevo tras un breve descanso. Había rumores generalizados acerca de manifestaciones contra el régimen, pero al final se han producido otras a favor”.
Sobre la situación de la Iglesia Católica Monseñor Martinelli ha dicho que "Iefren, donde nuestras hermanas trabajan en el hospital, el pueblo se ha vaciado completamente. Las hermanas, sin embargo, se mantienen en sus puestos en el hospital, porque son necesarias. En Trípoli, hoy celebramos el Domingo de Ramos, con dos misas, la primera para la comunidad filipina y la segunda para los fieles y los filipinos africanos", concluye Mons. Martinelli
(L.M.) (Agencia Fides 15/4/2011)
