AFRICA/COSTA DE MARFIL - “No se respetan los derechos humanos, los pobres pagan por todos, ¿cómo detener esta masacre?" Se pregunta una religiosa de Abidján

miércoles, 23 marzo 2011

Abidján (Agencia Fides) - Se está haciendo cada vez más dramático el enfrentamiento entre las fuerzas armadas de la Costa de Marfil, que apoyan al presidente en salida, Laurent Gbagbo, y los partidarios del presidente electo, Alassane Ouattara. En particular, las fuerzas de Gbagbo continúan a golpear con artillería los barrios de Abidján (la capital administrativa del país), donde se concentran los hombres cercanos a Ouattara. "En la tarde del Jueves 17 de marzo varios golpes de artillería cayeron a menos de 100 metros de nuestra casa. Ha habido varios muertos y heridos", dice a Fides la hermana Rosaria de la Congregación de la Sagrada Familia de Espoleto desde Abobo, el municipio de Abidján donde comenzaron los combates entre las fuerzas de seguridad que se han mantenido leales a Gbabo y los hombres del "comando Invisible", un grupo cercano al presidente electo Alassane Ouattara. "El viernes 18 de marzo estábamos en los funerales de las víctimas del día anterior cuando han comenzado a disparar más tiros, causando pánico entre la población. Me han dicho que se han producido otras muertes, aunque yo no los he visto", afirma la religiosa.
“El lunes, 21 de marzo por la tarde se han producido otros disparados cerca del monasterio de las Clarisas, por suerte, las hermanas se encontraban en la capilla rezando", continua la hermana Rosaria. La religiosa describe el drama que se vive en el barrio: "Los disparos llegan de repente, cuando menos te lo esperas. El éxodo de la población continúa. Hay gente que está muriendo de hambre porque los alimentos y suministros médicos escasean, además se suman los efectos del calor sobre una salud física ya debilitada. Después del bombardeo de esta mañana, la población del distrito parece haber desaparecido, nadie sabe dónde. Tal vez se está preparando algo dramático”.
La Hermana Rosaria está indignada porque "no se respetan los derechos humanos: no es posible ver morir a las personas porque no tienen medicamentos. Las farmacias están cerradas y el embargo que se ha impuesto (para obligar a Gbagbo a entregar el poder), agrava la situación. La gente está cansada porque no le queda nada”.
“Son los pobres los que pagan por todos. Los más pequeños pagan por la lucha de poder. He visto llevar al dispensario a una niña de 8 años con el cerebro fuera de la cabeza. ¿Cómo se puede detener esta masacre?" Pregunta la religiosa.(L.M.) (Agencia Fides 23/3/2011)


Compartir: