ASIA/JAPÓN - Iglesias abiertas a las personas damnificadas y jóvenes cristianos trabajando para limpiar las casas después del tsunami

miércoles, 23 marzo 2011

Sendai (Agencia Fides) – Los jóvenes católicos han comenzado su misión de voluntariado en Sendai. Ya hay unos diez trabajando y la cifra llegará hasta los 30 la próxima semana. Además, llegaran otros voluntarios con habilidades profesionales específicas, tales como médicos, enfermeras y psicólogos. Mientras tanto, los locales de las tres parroquias de la diócesis (Sendai, Saitama y Niigata) se han convertido en "campamentos de refugiados" para acoger a cientos de personas que han perdido sus hogares tras el terremoto y el tsunami.
Hoy, el trabajo de los jóvenes voluntarios, según explican las fuentes locales de Fides, es ayudar a los damnificados e ir a ver y limpiar las casas inundadas por el tsnami. Los jóvenes cristianos - que han mostrado una fuerte efusión de generosidad (véase Fides 22/3/2011) - han comenzado a limpiar las casas de Sendai invadidas por el lodo y el cieno, eliminando el mobiliario y los enseres que han quedado inutilizables, tratando de hacerlas habitables de nuevo. De esta manera, "también dan esperanza y consuelo a los damnificados, muestran solidaridad concreta que las víctimas aprecian mucho", señala a la Agencia Fides el p. Daisuke Naru, Director de Caritas Japón, que coordina las operaciones en el Centro de asistencia establecido por Cáritas en Sendai para gestionar la emergencia.
Los voluntarios, además, distribuyen mantas y alimentos a cientos de personas que actualmente se encuentran alojadas en las estructuras de las iglesias de Sendai y en las diócesis vecinas de Niigata y Saitmaa. Las Iglesias, de hecho, han abierto sus puertas, convirtiéndose en verdaderos centros de acogida "donde se puede respirar y poner en práctica el amor al prójimo y el testimonio de los valores cristianos”. Entre los damnificados se encuentran también personas que han huido de la zona de Fukushima, debido al peligro de las radiaciones nucleares: el nuclear "es una de las cuestiones que agita las mentes de los damnificados, que necesitarán ayuda material, pero también psicológica", dice el Director. Las operaciones de emergencia continuarán durante seis meses por lo menos. Después comenzará una segunda fase, la rehabilitación y reconstrucción, que podría durar dos años. (PA) (Agencia Fides 23/3/2011)


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