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Abidjan (Agencia Fides)- “La situación política está bloqueada y las sanciones impuestas por la Unión Europea y las Naciones Unidas parecen tener el efecto, al menos por ahora, de fortalecer la determinación del campo de Gbagbo, de permanecer firme en sus propias posiciones", dice a Fides una fuente de la iglesia local de Abidján, la capital administrativa de Costa de Marfil, donde continua la confrontación entre el presidente saliente Laurent Gbagbo (que dice haber ganado las elecciones presidenciales del 28 de noviembre) y Alassane Ouattara, Presidente reconocido por la comunidad internacional (véase Fides 16/12/2010). La Unión Europea ha decidido el 20 de diciembre de negar el pasaporte de entrada a la UE a Gbagbo y a 18 miembros de su equipo, entre los que se encuentra su esposa, mientras que Estados Unidos y las Naciones Unidas están preparando sanciones similares.
Después de los enfrentamientos entre las unidades del ejército (que se ha mantenido fiel a Gbagbo) y los partidarios de Ouattara (entre los cuales hay ex guerrilleros de las Fuerzas Nuevas, que controlan el norte del país), "La situación está en calma", informa nuestra fuente. "La población de Abidján poco a poco ha retomado la vida ordinaria, aunque las actividades laborales están reducidas y la policía patrulla las calles de la ciudad”.
Hasta ahora, la crisis ha tenido un aspecto político, pero los ataques contra algunas mezquitas denunciados por un grupo de jóvenes musulmanes puede introducir el aspecto religioso, que los lideres religiosos cristianos y musulmanes han tratado de evitar. De acuerdo con un comunicado recibido en la Agencia Fides de la “Convergence de la Jeunesse Islamique en Côte d’Ivoire", "las fuerzas del orden han atacado con gases lacrimógenos y bengalas durante la oración del Viernes, 17 de diciembre, los lugares santos en Abobo, la Gran Mezquita de Williamsville y la Mezquita Fama Sylla de Grand-Bassam”. "Según el comunicado, ha habido varios muertos y varios heridos.
“Es necesario evitar que la confrontación política asuma una dimensión religiosa, porque la crisis corre el peligro de inflamar el País", concluye nuestra fuente. (L.M.) (Agencia Fides 21/12/2010)
