ASIA/FILIPINAS - Lucha contra la corrupción: el estado se alía con la Iglesia y con el mundo empresarial

jueves, 8 julio 2004

Manila (Agencia Fides) - Extirpar la corrupción gracias a la contribución de funcionarios públicos, de todos los ciudadanos, de la campaña de moralidad lanzada por la Iglesia: es el objetivo de la presidenta de Filipinas Gloria Macapagal Arroyo, que el pasado 30 de junio recibió el mandato por seis años, en la cumbre del país, después de las elecciones del 10 de mayo.
La presidenta se ha declarado de acuerdo con las anotaciones hechas en los meses pasados por la Iglesia católica y la clase empresarial filipina, pidiendo a todos que le ayuden a eliminar la corrupción, causa principal de la pobreza en el país.
Arroyo, interviniendo en un encuentro entre Obispos y empresarios sobre el tema del desarrollo humano, dijo que había encargado a dos estrechos colaboradores, el secretario ejecutivo Alberto Romulo y el jefe del personal presidencial, Rigoberto Tiglao, que realizasen los pasos ejecutivos necesarios para derrotar el fenómeno de la corrupción en el país. La presidente ha puesto la lucha contra la corrupción como uno de los puntos principales de su programa de gobierno, y ha exhortado a los Obispos y empresarios a restablecer los observadores que existían en un tiempo para tener bajo control la aplicación de los proyectos comerciales e industriales.
Algunos de los presentes en el encuentro han subrayado que "si la presidenta es sincera, tendrá que hacer caer algún pez gordo", y todos han señalado la necesidad de encargar al menos 150 magistrados y 500 investigadores para combatir crímenes específicos de corrupción.
Según los datos circulantes en Filipinas, se pierden al menos unos 40-50 mil millones de pesos al año en los vericuetos de la corrupción, en detrimento de la lucha contra la pobreza.
Según la clasificación redactada por la organización internacional Transparency International, Filipinas están entre los países más corrompidos al mundo, navegando en el puesto 92° de la clasificación de transparencia, sobre 133 países.
Según consideraciones citadas por Mons. Gaudencio Rosales, Arzobispo de Manila, la corrupción en el país consume el 40% del Producto Interior Bruto, constituyendo un grave obstáculo para el crecimiento económico, la lucha contra la pobreza y el desarrollo social.
La petición de unificar las fuerzas sanas del país realizada por Arroyo ha sido apreciada por la Iglesia: el Card Ricardo Vidal, Arzobispo de Cebú, ha subrayado que "es necesario dejar a las espaldas la política de las divisiones y sanear las heridas que dividen el país", pidiendo reconciliación y unidad nacional entre los diversos componentes políticos y sociales de Filipinas. (PA) (Agencia Fides 8/7/2004 Líneas: 32 Palabras: 430)


Compartir: